Aunque dice que no era su disciplina principal, el Futbol Americano trajo grandes satisfacciones a Robertony García, quien recibe con sorpresa y agrado el nombramiento como futuro integrante del Salón de la Fama de los emparrillados mexicanos, un merecido reconocimiento al esfuerzo y la entrega con la que vivió el deporte de las tackleadas.
“Se supone que mi deporte principal era el basquetbol, fue el que me dio las habilidades para jugar Futbol Americano. La posición que jugaba (Safety) implicaba mucho correr y brincar alto... ahora que me estén reconociendo por un deporte en el que no pensé que lo fueran a hacer me da mucho gusto”.
Esta intronización, con fecha y sede aún por definir, llega de sorpresa, pero llena de alegría y felicitaciones para uno de los mejores profundos de México en la historia de los emparrillados, quien desde los 9 años de edad inició en el deporte de los emparrillados en su natal Piedras Negras y defendió con orgullo los colores de Lobos y la Selección Mexicana en su etapa de Liga Mayor.
“Han sido muchísimas felicitaciones, mucho contacto con la gente... mucha raza me ha hablado, compañeros de equipo, gente que conozco de tiempo atrás, tanto del basquetbol como del futbol americano”, dijo, “cada vez que alguien me dice algo sobre esto, ahí está la lagrimilla de orgullo y de felicidad, me siento demasiado halagado por la situación”, añadió.

Sólo los mejores exponentes de esta disciplina forman parte del Salón de la Fama del Futbol Americano en México, por lo que los requisitos son complicados, además de que se compite con algunas otras figuras para seleccionar a los merecedores, algo que hace de esta distinción algo muy especial.
“No lo esperaba. Me hablaron para decirme que me iban a nominar y que necesitaban mi currículum deportivo, se los pasé con todo el gusto del mundo”, recordó Robertony. “Compites con otras personas por entrar. Iba en una terna con otro compañero de Piedras Negras, Francisco Rodríguez Carranco, ‘Balín’, corredor de Borregos Monterrey (ITESM), jugó conmigo varios años; y otro jugador, creo que alguien de Monclova”, completó.
Tras la elección, García Perera se sorprendió al ser electo. “Me avisan que sólo a mi me habían aceptado y me sorprendió aún más porque para mí ‘Balín’ es por mucho el mejor jugador que ha salido de Piedras Negras”, confesó.
Sin embargo, su trayectoria con la Jauría de Liga Mayor y sus participaciones en Selección Nacional lo avalaron para ser distinguido, algo que logró gracias al apoyo de muchísima gente, dijo, desde sus inicios en la Frontera Blanca y especialmente en la capital coahuilense, donde fue acogido por grandes amigos y gente del Futbol Americano.
“La lista es grandísima”, dijo, pues fueron coahes y familias completas en Piedras Negras quienes prácticamente lo subieron a la fuerza a un camión para que saliera en busca de un sueño.

“Aquí al coach (Jorge) Castro, en Paz Descanse, se quitaba el pan de la boca para dárnoslo a los jugadores foráneos, su esposa siempre atendiéndonos. Tadeo Carrizalez, cuando llegué, como capitán del equipo fue agarrarme bajo su ala y llevarme a conocer Saltillo, conocer a todo mundo... y a mis compañeros de Lobos que siempre me abrieron las puertas con sus familias para que no extrañara tanto mi casa en Piedras Negras.
“Por último al Ingeniero José María Fraustro Siller, que era nuestro Rector, y el coordinador de deportes de la época, Edgar Braham, y a nuestro coach Mario Mancillas. Todos ellos siempre se dedicaron a que el equipo de Lobos tuviera todo lo que necesitaba para participar”, sentenció.