Quizás el Congreso de la FIFA del viernes en Ciudad de México no tenga tanta emoción como los dos últimos, pero la nueva reunión de los máximos dirigentes del fútbol mundial cobra especial interés por los aires de cambio anunciados en febrero por Gianni Infantino.

El suizo fue elegido hace tres meses como presidente de la FIFA en sustitución del sancionado Joseph Blatter, pero de momento todo fueron palabras y sonrisas. Ahora empieza lo serio: el viernes se celebrará el primer Congreso de la era post-Blatter.

En la agenda del Congreso de Ciudad de México hay varias cuestiones por resolver sobre las reformas que tiene que llevar a cabo la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) para restaurar su imagen tras los escándalos que sacudieron a la entidad en 2015.

"Estoy convencido de que estamos en el umbral de una nueva y apasionante era para la FIFA y el fútbol. Tengo la certeza de que podemos sumar nuestras fuerzas para que la FIFA ocupe el lugar que merece como ente rector del deporte más popular del mundo", indicó Infantino en su mensaje de bienvenida de la agenda del Congreso.

Antes y después de ser elegido el 26 de febrero, el helvético prometió una profunda reforma en un contexto de convulsión: hay numerosos altos dirigentes detenidos, se están llevando a cabo varias investigaciones en Estados Unidos y Suiza, la sombra de la corrupción es contínua y Blatter fue suspendido de toda actividad relacionada con el fútbol.

En sus primeras semanas como número uno de la FIFA, Infantino viajó por el mundo y visitó Rusia y Qatar, los dos próximos (y controvertidos) anfitriones de la Copa del mundo. También acudió a Tailandia a festejar el centenario de la federación de fútbol del país.

Todo ello generó algunas críticas e Infantino fue visto por algunos sectores como una simple marioneta en una FIFA que no da señales de reforma.

Otros, sin embargo, lo ven con muy buenos ojos. "Hay que quistarse el sombrero con él. Se está comportando de manera muy profesional, con mucha energía", lo alabó en Ciudad de México el alemán Wolfgang Niersbach, miembro del Consejo de la FIFA.

A pesar de las críticas, el Consejo, el órgano que sustituyó al antiguo comité ejecutivo, ya empezó a funcionar. Y en el Congreso de México se elegirán, si todo sigue su curso, a los miembros de los órganos independientes, de la comisión de auditoría y cumplimiento y del comité de gobernanza.

Además, está previsto que se presente una revisión del informe financiero 2015-2018 con un superávit de 90 millones de dólares. Pese a los números positivos, la cifra es a la vez 122 millones menor de lo inicialmente previsto. Esa pérdida es la suma de todo el dinero que la FIFA debió invertir en abogados más la cantidad perdida en patrocinadores debido a los escándalos.

El Congreso también a aprobará los cinco millones de dólares que Infantino prometió a cada una de las 209 federaciones nacionales que conforman la FIFA, un 200 por ciento más que en comparación con el año pasado.

El número de afiliados podría subir además a 211, ya que la Corte Arbitral del Deporte (CAS) decidió recientemente que Gibraltar tiene el derecho a ser miembro de la FIFA y que Kosovo también debería ser aceptado. El Consejo de la FIFA, que se reunió el martes, decidió recomendar la inclusión de ambas federaciones.