INE-IEC, los perros con los mismos collares
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INE-IEC, los perros con los mismos collares
La adelantada reelección del actual secretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina, nos muestra el talante antidemocrático, mafioso y chapucero del presidente Lorenzo Córdova Vianello y sus consejeros electorales afines que, para este columnista, son los mismos perros con los mismos collares, aclarando que no se trata de cualquier collar, sino collares Cartier, como los que aquella primera dama mandaba diseñar a París para sus perros falderos, porque similar es el abuso en el INE en plena decadencia moral y democrática.
Y de verdad indigna el grotesco madruguete que don Lorenzo nos acaba de enderezar para imponernos por seis años más a su oficioso personero, Edmundo Jacobo Molina, adelantándose unos meses a la designación de los cuatro nuevos consejeros que, en tiempo y forma, tendrían todo el derecho a esa elección interna, una “chicana” de mala fe, una artimaña para lograr con trampas el fin deseado.
Y mire usted lo que Córdova opinaba sobre la situación de Venezuela el mes pasado: “La polarización venezolana debe servir de referente para cuidar la pluralidad, la democracia y las instituciones en México”. Y en verdad ofende la cínica desfachatez de este burócrata empedernido, porque si Nicolás Maduro lleva siete años en el poder de Venezuela, aquí Edmundo Jacobo lleva 12 años como máxima autoridad administrativa del IFE-INE y ahora el capo Córdova lo ha propuesto por seis años más para completar 18 años de dictadura burocrática y así proteger privilegios de ese grupo de mafiosos que nada tienen de ciudadanos demócratas.
Maldita autonomía si sólo sirve para proteger intereses personales. Porque de eso se llenan el hocico este par de racistas, don Lorenzo y don Jacobo, uno medio italiano y totalmente arrogante y el otro medio judío y, por lo mismo, es el que menos debería asumir actitudes discriminatorias en contra de nuestras etnias, ¿los recuerda mofándose del modo de hablar de los indígenas? “Yo gran jefe toro sentado, gran jefe nación chichimeca…”. Así de burlescos el par de “ojaldras”.
¿Insultos? Ellos nos insultan más con su rapacidad abusiva, porque el tal Jacobo, cual granuja codicioso descendiente de Shylock, al ver en riesgo las libras de “carne” que cada quincena nos arranca, recurrió al amparo para protegerse de la ley de austeridad republicana, porque se niega a perder sus enormes privilegios.
No es de demócratas echar abajo una noble legislación de austeridad en la que están de acuerdo la mayoría de los mexicanos. Es una aberración.
Lorenzo y su galopín Jacobo creen que el INE es de su propiedad, y que si uno los ataca a ellos ataca al INE y a la democracia. No mamen. Igual están Gabriela de León, presidenta del IEC y su secretario ejecutivo Francisco Torres Rodríguez, este recientemente denunciado por violencia de género cuando era él quien acusaba de misógino al suscrito por el asunto del “¡Fuera ropa!”.
Hablar de los mismos perros con los mismos collares no es un insulto. Lo dijo Unamuno contra otros miserables en el “Marasmo”. Aquí, además de que se trata de collares Cartier, también se trata de la defensa rabiosa de “huesos” muy jugosos que cuestan miles y miles de millones al erario. Así de brava es la perra burocracia electoral.