CDMX.- El Monumento de la Independencia, el Ángel , sirve de escalinata de los lamentos de indignados por la visita de Donald Trump: “Un sin vergüenza”, dicen.

Hay enojo, desconcierto y repudio por parte de jóvenes y viejos, quienes, sin conocerse, han venido necesitados de protestar.

La rubia con lentes para el sol, Cristine Smith, lleva una cartulina pequeña en las manos. Muestra un enojo que se parece a la pena ajena. Quiere a México y bastan su actitud y tres palabras para demostrarlo: “Gringa contra Trump”.

Esta vez la indignación abrió la convocatoria. Trump viene en vuelo ya sobre territorio nacional y aterrizará en el Aeropuerto de la Ciudad de México, para luego cruzar la urbe en helicóptero. Mientras, aquí abajo una mexicana, Edith Reyes, reprueba que Trump venga a este país.

Hay rabia en las palabras de esta mujer de cabellera cana. Le tiemblan las manos y los labios. Tiene necesidad de repudiar y le urge hacer sentir “que hay mexicanos con dignidad”.

La cita que circuló en las redes propuso reunir a los indignados, a las 11:00 horas. Pero sucede que los convocados no tuvieron ese ánimo que surgió en mensajes digitales.

Una cuadrilla de la delegación Cuauhtémoc, que tiene entre sus encargos del día limpiar a chorro de manguera la explanada y escalinata del monumento, pide que se hagan a un lado las decenas de quejosos y la tropa de periodistas y fotógrafos.

Los inconformes con cartulinas forman un muro de mensajes de repudio, pero hay algo que falta. No gritan. Están callados. Y quienes graban les piden que griten sus consignas.

Por fin, se deciden y después de una afinación con el grito de “¡Fuera Trump!”, se deciden y gritan: “¡Eeeeeeeeh, Puto!”.

Las cartulinas dan el tono: “Trump y Peña, fuera”; “¡Pobre México, ya basta!”; “#stopTrump”; “Trump Go Home, llévate a Peña”. Y la consabida, “Donald Trump, no es mi hijo, atentamente, la Ch…”.