En la actualidad, las redes sociales están todas bajo el escrutinio de los gobiernos de todo el mundo, así como la opinión pública. En este complejo período, Twitter se encontró en una situación difícil: tener que aceptar las leyes de un país antidemocrático que oscurececualquier voz disonante en el establishment.

En esta ocasión, se talaron páginas como la revista Caravan, la organización de apoyo a los empresarios agrícolas Kisan Ekta Morcha y Puducherry, el Partido Comunista de la India.

"En nuestro esfuerzo continuo por hacer que nuestros servicios sean accesibles para las personas donde sea que estén, si recibimos una solicitud de una entidad autorizada, puede ser necesario denegar el acceso a cierto contenido en un país en particular de vez en cuando".

"La transparencia es vital para proteger la libertad de expresión, por lo que tenemos una política de notificación cuando se retiene contenido. Cuando recibimos solicitudes que solicitan retener cierto contenido, notificamos inmediatamente a los propietarios de las cuentas afectadas (a menos que se nos impida hacerlo, por ejemplo, si recibimos una orden judicial)". Informó el social.

Twitter no entró en detalles para explicar lo que sucedió en India, pero algunos medios locales sugieren que el Ministerio de Comunicaciones Electrónicas de India informó más de 259 tuits de protesta, acusándolos de difundir desinformación .

El gobierno de Modi tampoco es ajeno a imponer sus estrategias políticas de manera directa e indirecta, sin mencionar que India, gracias a su alto nivel demográfico, es uno de los países más codiciados por las redes sociales.

Hace apenas unos meses surgió, por ejemplo, cómo Facebook había ignorado deliberadamente las publicaciones de incitación a la violencia y al odio, con la intención de anunciar una administración que siempre está dispuesta a aprovechar la cartera de Big Tech para ganarla.