Jiménez.- El ejido El Orégano que se encuentra a 50 kilómetros de la cabecera de Jiménez, Coahuila, es monitoreado por las autoridades debido a que por la intensa lluvia del pasado domingo y lunes quedo incomunicado afectando a 340 habitantes.

El alcalde Salvador Lozano Arizpe, giro instrucciones a personal de Seguridad Pública y Protección Civil para que recorran el área constantemente y estén vigilantes sobre el nivel del agua y prevengan que automovilistas crucen el vado que prácticamente está inundado.

Las 340 personas que habitan el ejido tienen problemas para salir de la comunidad desde el pasado domingo cuando se intensifico la lluvia y se prolongó hasta el lunes, lo que provoco un aumento del caudal del rio San Diego y derribo del bordo del tramo de la vialidad que los comunica con el resto de la población.

Pese a los problemas de comunicación terrestre en el ejido El Orégano hasta el mediodía de este martes no se registraba desabasto de víveres, sin embargo, hay niños y adultos que podría necesitar atención medica ya que utilizan medicamento controlado que se podría agotar con los días, dijo Marisela Rodríguez, vecina.

Agrego que en caso de alguna emergencia mayor solicitaran que las autoridades de este municipio pidan la intervención del Gobernador del estado Rubén Moreira, porque los habitantes tienen miedo, aunque el Ayuntamiento buscaba apoyarse con maquinaria pesada para restablecer el paso o trasladar a las personas que lo requieran hacia otros ejidos cercanos.

“Hay una salida por un camino hacia la congregación de San Carlos, pero también estaba inundado por lo que prácticamente estamos incomunicados”, menciono la señora Maricela Rodríguez.

El acumulado por la fuerte lluvia en la región ha alcanzado a los ejidos, Cristales, La Muralla y la congregación de San Carlos, sin embargo, en El Orégano se registra este problema porque divide el rio San Diego a este sector del resto del municipio.

No hay entrada ni salida del ejido El Orégano, aunque algunas personas se arriesgan a cruzar a pie o a caballo contra la disposición de las autoridades y un buen número de trabajadores que acuden a diario a trabajar a fábricas y otras fuentes de empleo en Acuña y Piedras Negras, tuvieron que pernoctar en el ejido Cristales y La Muralla porque no pudieron cruzar a sus casas.

El Río San Diego que causa este tipo de desbordamientos y daños al cruce, nace en la presa Cabeceras, enclavada en la región del municipio de Jiménez.