Aunque Andrés Manuel López Obrador acertó al informar sobre el crecimiento de homicidios en los últimos dos sexenios: Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012 hasta el año pasado), no se puede saber con certeza el número de víctimas.

El abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia (Morena, PT y PES) ha dicho que las víctimas de homicidio en los últimos 12 añosu suman más de un millón de personas, pero un estudio del centro de análisis México Evalúa muestra que es impreciso medir los asesinatos, pues los registros del Inegi y otras fuentes tienen diferencias.

México Evalúa realizó el estudio “Indicadores de víctimas visibles e invisibles de homicidio”, en el que aborda la importancia de hablar sobre las víctimas invisibles como uno de los primeros pasos para medir los efectos que tienen los delitos sobre la sociedad.

El documento estimó en 803 mil 519 víctimas invisibles de primer grado de presunto homicidio entre 1990 y 2010.

Entre 2007 y 2010, de acuerdo a datos publicados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), México registró el mayor crecimiento anual de homicidios intencionales en todo el mundo.

A diferencia de concentrar datos de una sola fuente, México Evalúa ofrece números a partir de las estadísticas de muertes por presunto homicidio publicadas por el Inegi y generadas a partir de los certificados y cuadernos de defunción, así como los resultados de los censos de población y vivienda de 1990, 2000 y 2010.

Entre las víctimas indirectas de la ola de violencia, México Evalúa contempló un aproximado de personas que compartían hogar con las víctimas directas, clasificándolas como víctimas invisibles y que en su estudio aclara “se consideran como víctimas indirectas de primer grado… en virtud de que no existen registros oficiales que ofrezcan datos sobre”.

INCONSISTENCIAS EN REGISTROS

Además de señalar que de 1990 y hasta el 2006 el número de denuncias era más alto que las actas de defunción, pero fue a partir del 2008 cuando ocurrió el fenómeno de la reversión. “Cabe señalar que parte de la explicación de este fenómeno se encuentra en el hecho de que en cada denuncia puede asentarse uno o más homicidios”, más adelante detallan la reserva con que se deben tratar las cifras oficiales, sirviendo más como referencias.

El estudio señala las ventajas y desventajas sobre los registros de homicidios en el Secretariado y el Inegi.

En el primero recalca como ventaja un rezago de pocos meses, se cuenta con datos mensuales y se distingue el tipo de arma utilizada; en cambio, como desventaja sustenta que no son muy estables los resultados y cambian en el tiempo, no especifica el número de delitos ni el número de víctimas y no se distinguen los perfiles de las víctimas. Mientras que en el Inegi, el registro corresponde a una sola víctima, distingue su perfil y como única desventaja es que presenta un rezago de alrededor de dos años.