Saltillo.- La remediación de la canalización del Arroyo Ceballos aún es incierta, pues a más de un año de que las obras fueron destruidas por la venida de agua causada por las fuertes lluvias, aún no hay coordinación entre las dependencias para remediar la situación.

El asunto se agravó luego de que, como se informó, las oficinas locales de la Comisión Nacional del Agua dejaron de funcionar.

María Esther Monsiváis, secretaria de Infraestructura de Gobierno del Estado, dijo que ellos siguen esperando a que se hagan los trabajos previos, como pudiera ser la determinación de un contrato, a fin de iniciar con los trabajos.

En febrero de 2015, VANGUARDIA publicó que más de 43 millones de costaría el proyecto de canalización del arroyo Ceballos.

Posteriormente, en agosto de ese mismo año, otra publicación de VANGUARDIA reveló la destrucción hecha en los trabajos que ya se habían hecho en la canalización de este afluente luego de las lluvias que se presentaron en Saltillo por esas fechas en la zona norte de la ciudad.

La obra ya estaba terminada casi al 100 por ciento y la afectación más evidente fue en la planilla, que es la parte del suelo o tapete, que fue levantada del piso, así como el daño en los muros.

Para empezar, los trabajos de remediación de esta obra tienen que ser avalados por la Comisión Nacional del Agua.

“Nosotros tenemos que esperar a que las áreas que tren el tratamiento del tema determinen la remediación y nosotros entramos a trabajar en esa parte”, expresó Monsiváis.

“Si tenemos injerencia, por supuesto que sí tenemos la injerencia de acuerdo con la Ley de Obra Pública, pero es a partir de que se determine un contrato y ejecutar la obra... por supuesto, nosotros entramos cuando ya sea la ejecución de una obra”, externó.

Cabe señalar que la mala calidad de los trabajos mantiene en riesgo de inundación a miles de habitantes de colonias del norte de la ciudad.

¿Lo recuerda?

Fue el 27 de junio de 2014 cuando, luego de haber concluido la canalización del arroyo Ceballos, la primera lluvia levantó los “tapetes” colocados, destruyendo la obra con un costo superior a los 40 millones de pesos.

A la fecha, la constructora encargada de la obra, Grupo Inmobiliario Real del Bosque no ha sido obligada a reparar el millonario daño.