Una pareja de pepenadores que tiene a su cargo a su nieto adolescente, de milagro lograron ponerse a salvo cuando un cortocircuito ocasionó que su casa de madera y lámina fuera consumida por el fuego en el ejido Padre Santos, donde perdieron todo.

Alrededor de las 8:00 de la noche del martes, Santos Orocio Torres y Ofelia Candela Hernández, de 50 y 59 años respectivamente, se dieron cuenta de que su tejabán era consumido  por las llamas.

Ambos se encontraban en el interior del humilde hogar, cuando al escuchar ruidos y ver que el lugar comenzó a arder, Ofelia salió corriendo a pedir ayuda mientras su esposo decidió quedarse dentro de la casa aferrándose a no perderlo todo.

La mujer pidió ayuda a los vecinos y al momento de voltear a ver la casa, las llamas ya tenían una altura considerable, por lo que se desmayó ya que su esposo continuaba adentro del hogar.

Fue el hijo de ambos, José Marcos, quien fue informado de que su padre estaba dentro y a jalones del brazo lo sacó de la casa, terminando las llamas por consumir por completo el lugar.

Personal del cuerpo de Bomberos acudió al sitio donde se realizaron las labores de sofocamiento de las llamas, pero el lugar de madera, lámina y cartón se había consumido así como lo que había en el interior.

Los pocos muebles que tenían, la ropa de los tres, los utensilios para comer, todo fue devorado por las llamas; quien se sorprendió por lo ocurrido fue su nieto que llegaba de la secundaria y vio lo que había pasado.

Los paramédicos atendieron a la pareja y después de sofocar las llamas los propietarios tuvieron  que seleccionar lo poco que les servía para llevarlo a casa de su hijo y su esposa Reyna, donde pasarían algunos días.

Esperan que las autoridades municipales les apoyen para poder nuevamente salir adelante y recuperar algo de lo que perdieron, pues no quieren ser una molestia para su familia y quieren apoyo para empezar de nuevo.

EL DATO
> Santos Orocio y Ofelia Candela piden a las autoridades algún apoyo para poder comenzar de nuevo.