Incansable voluntad democrática

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Incansable voluntad democrática

¡¡¡VANGUARDIA cumple 40 años!!!

¿Son 40 años de liberación de esclavitudes rumbo a la “tierra prometida” de la democracia?

Han sido 40 años de acompañar al pueblo en sus sueños y en sus tragedias. Un acompañamiento solidario, participante, involucrado en las historias cotidianas individuales y ciudadanas, financieras y políticas, educativas y religiosas, sorpresivas y rutinarias…

Ningún contexto de todos estos años y días le ha sido ajeno, porque VANGUARDIA es parte integrante del contexto. Construye con sus letras y fotografías, con sus reportajes y noticias, con su crítica y su información la historia cotidiana de los ciudadanos, los niños y familias, las instituciones y tradiciones de la comunidad… y así ha construido su propia historia.

VANGUARDIA no se ha reducido a ser solamente cronista de lo cotidiano. Una actividad que se podría ejecutar de una manera tan aséptica como una fórmula matemática. En el relato de la vida de un pueblo es imposible separar al observador de su observación, el dato de la emoción, el juicio de la información, la imagen de la interpretación. Por ello VANGUARDIA no solo “informa” sino que forma, influye, arriesga su opinión y su juicio, su interpretación humana de lo que considera esencial, cotidiano, trágico o trascendente. Cuando eligió ser un “periódico” escogió un muy difícil compromiso de todos los días: ser parte de la VERDAD DE TODOS LOS DÍAS.

Hay “verdades absolutas”, necesarias, estables, fundamentales. Independientes de la interpretación individual, de los maquillajes o distorsiones con que nos protegemos de ellas los seres humanos cuando confrontan las mágicas creencias que hemos construido para nuestra estéril comodidad y para manipular a los demás. Estas “verdades” ordinariamente no son temas del periodismo, son criterios invisibles que iluminan las “verdades cotidianas”, que están sujetas a las circunstancias, a los intereses, a las pasiones.

En esta jungla de realidades cotidianas, en este desierto de certidumbres futuras, en esta confusión de creencias e interpretaciones, ha peregrinado VANGUARDIA publicando las ”verdades cotidianas” de la comunidad junto con las promesas y sueños de la “tierra prometida” de cada sexenio.

Lo sorprendente no es que VANGUARDIA haya sobrevivido a múltiples ataques y crisis –que ya de por sí son una razón suficiente para felicitarla-, sino que después de 40 años conserve el entusiasmo por ser parte del contexto que construye el esfuerzo cotidiano y la esperanza de su pueblo.

El ideal ciudadano de encontrar una “tierra prometida de la democracia”, VANGUARDIA lo ha transformado en un propósito de construirla cada día con su propuesta de “verdades cotidianas”, plurales, libres, incompletas, triviales y trascendentes, pero encarnadas por la pasión de la justicia y el coraje de lo insoportable.

Esas realidades humanas, que cada día VANGUARDIA convierte en verdades cotidianas, son el alimento que le ha dado energía para peregrinar en este desierto de democracia y para seguir construyendo la democracia en el desierto.

Felicidades VANGUARDIA, no solo por tus 40 años sino por tu incansable voluntad democrática.