Con el fin de generar interés académico y social en el patrimonio material e intangible del estado, la cátedra ‘Coahuila Patrimonio Cultural Herencia e Identidad’ se convirtió en un compromiso entre diversas instituciones locales.

Por ello, la Universidad Autónoma de Coahuila y la Subsecretaría de Museos e Historia firmaron a través de Leticia Rodarte y Andrés Mendoza Salas el compromiso que marca el inicio de este proyecto que ambas instituciones trabajaron juntas, evento que se llevó a cabo este jueves en el Salón Municipalidades de Palacio de Gobierno.

Mendoza Salas señaló que “la cátedra debe ser el parteaguas que nos abra el mundo de los sueños para mirar con claridad nuestra propia identidad, que es todo aquello que nos hacer ser y estar frente a nosotros, es la trascendencia de la pasión y el deseo de ser mejores coahuilenses y seres  humanos”.

Las actividades de la cátedra dieron inicio con la conferencia magistral del doctor Francisco López Morales, director de Patrimonio Mundial, cuya mayor audiencia fueron jóvenes que asistieron de escuelas como la Facultad de Ciencias de la Comunicación.

Morales se dedica desde hace más de 20 años a la defensa y promotoría del patrimonio mundial, y ha logrado integrar a la Lista del Patrimonio Mundial de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura a 19 sitios.

Además consiguió la inscripción de siete elementos mexicanos en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial y al Centro de las Artes Indígenas en el registro de Mejores Prácticas para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial.

En la conferencia ‘Los Desafíos del Patrimonio Mundial en México’, destacó algunos aspectos que indican lo que implica involucrarse en la conservación de los distintos tipos de patrimonio para cualquier país.

Explicó que la ‘Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial’ es un tratado internacional en que los miembros de la UNESCO y los congresos de cada país acceden a un compromiso que se vuelve ley incluso por encima de las leyes nacionales.

Añadió que tras ratificar este compromiso en 1984, México adquirió el deber de cumplir los preceptos de este instrumento universal.

Mencionó que este tratado surgió a raíz de la “necesidad de crear un movimiento internacional para proteger aquellos sitios y bienes culturales con un valor universal excepcional y cuya pérdida significaría una carencia para la memoria de toda la humanidad”. 

Señaló que compete a los estados la identificación de estos elementos y aseguró de manera seria y “conocimiento de causa” que este tema en Coahuila es una asignatura pendiente donde “sin duda alguna debe haber un proceso de verificación de los sitios que pudieran tener un valor universal”.