Imran Khan, estrella del críquet, presta juramento como nuevo primer ministro de Pakistán
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Imran Khan, estrella del críquet, presta juramento como nuevo primer ministro de Pakistán
La ex estrella de criquet Imran Khan fue investido hoy como nuevo primer ministro de Pakistán, después de que su partido, el Movimiento por la Justicia, ganara en julio unas elecciones empañadas por una supuesta intervención del Ejército.
El presidente de Pakistán, Mamnoon Hussain, tomó juramente a Khan, de 65 años, durante una ceremonia celebrada en el palacio presidencial de la capital paquistaní, Islamabad, a la que asistieron líderes políticos y militares, ex estrellas del deporte y diplomáticos.
El Movimiento por la Justicia ganó la mayoría de los escaños en las elecciones legislativas del 25 de julio. Sin embargo, no logró la mayoría absoluta, por lo que necesitó el apoyo de varios partidos pequeños con vínculos con el poderoso Ejército paquistaní.
La jura de Khan fue el segundo traspaso del poder entre dos gobiernos civiles en los 71 años de historia de Pakistán, marcada por frecuentes golpes militares.
El antecesor de Khan, Nawaz Sharif, cumple actualmente una pena de diez años de prisión después de haber sido destituido y condenado por acusaciones de corrupción.
Algunos juristas creen que el Ejército y la Justicia actuaron en connivencia para desbancar a Sharif y aupar al poder a Khan.
Sharif, quien fue tres veces primer ministro, sin agotar nunca su mandato, es considerado como un enérgico defensor de la supremacía civil, lo que le valió la animadversión del Ejército.
Imran Khan, de estrella del críquet a político de peso
Ser primer ministro de Pakistán fue un sueño largamente anhelado por Imran Khan. Su perseverancia ya lo había demostrado hace tiempo, cuando logró ganar el campeonato mundial de críquet como capitán del equipo nacional a sus 40 años, cuando su carrera estaba cerca del final.
En 1996, Khan, hoy de 65 años, fundó el Movimiento por la Justicia (Tehreek-e Insaf/PTI) e ingresó en el mundo de la política. Durante mucho tiempo, su peso político fue limitado. Su nombre nunca era mencionado en la misma línea que el de políticos establecidos como los ex primeros ministros Benazir Bhutto y Nawaz Sharif. Hasta que en las elecciones de 2013, el PTI logró finalmente reunir siete millones de votos, más que cualquier partido de oposición antes.
Sus críticos atribuyeron su buen resultado a un acuerdo que al parecer había alcanzado con la poderosa agencia de espionaje de Pakistán, la ISI, y los militares.
El lema principal de Khan es desde el inicio de su carrera política una lucha impiadosa contra la corrupción. "Nunca antes estuve en el poder, por eso tampoco puedo ser corrupto", dijo alguna vez sobre el tema. También fue el PTI de Khan el que, tras las revelaciones de los "Panama Papers", pidió al Tribunal Supremo que investigara al ex primer ministro Sharif, quien cumple actualmente una pena de diez años de prisión por corrupción.
Los críticos de Khan lo acusan de ser poco consistente: un día se muestra abierto al mundo, al otro defiende el sistema tribal o la ley de blasfemia, que prohíbe y castiga las manifestaciones injuriosas contra el islam. Además, se dice que era el candidato favorito de los militares, aunque tanto él como los militares lo niegan.
Los generales gobernaron Pakistán, una potencia nuclear, durante casi la mitad de sus 71 años de existencia. Y cuando no están en el poder, se dice que conspiran mediante "políticos títere" para debilitar a los líderes civiles.
Para sus críticos, Khan es uno de estos políticos. Para sus seguidores, es un héroe indiscutido que ganó la copa mundial gracias a su determinación, y su ascenso a la jefatura del Gobierno es visto como una panacea para todos los problemas paquistaníes.
Khan construyó su campaña electoral sobre la base de una agenda populista conservadora. Su principal objetivo es transformar a Pakistán en un "Estado de bienestar islámico".