Salvador Hernández Vélez, rector de la Universidad Autónoma de Coahuila, acudió a las oficinas de la Comisión Nacional del Agua de Saltillo a entregar un documento con 52 mil firmas, con el cual se solicita a la dependencia la relocalización del agua en el Valle de Cuatro Ciénegas para evitar la extinción de ecosistemas y la biodiversidad de los seres se han desarrollado en el sitio.

Acompañado por Mauricio de la Maza, director general de Pronatura Noreste, hizo mención que la máxima casa de estudios está interesada en la preservación de estos sitios que datan de hace más de 10 millones de años y que aun pueden conservarse con el apoyo del gobierno.

Las 52 mil firmas fueron recabadas mediante el sitio de internet: Change.org, donde se hizo convocatoria y hubo una gran respuesta de personas oriundas de Coahuila, pero también de otros estados e incluso de otras partes del mundo.

Hernández Vélez detalló que hace diez años, el agua del Pueblo Mágico era producto de un caño que se ubicaba entre Cuatro Ciénegas y el municipio de Ocampo, sin embargo, a raíz de la instalación de grandes cultivos, no queda nada.

Ante la situación, se corre el riesgo de perder la biodiversidad de flora y fauna, pero también de las baterías que por años se conservaron en los acuíferos reconocidos en el mundo.

“Es un patrimonio que no es solo de los coahuilenses si no del mundo, por que es un patrimonio único a nivel mundial”, indicó el representante de la comunidad estudiantil.

La semana pasada, un grupo de investigadores de la Universidad Autónoma de Coahuila acompañó al rector a visitar las pozas y los otros acuíferos que hay en el Valle de Cuatro Ciénegas, por eso creen que es importante a la Conagua haga la relocalización adecuada de los recursos hídricos.

El rector hizo mención que en su natal Viesca, hace años había cuatro ojos de agua extensos, pero al llegar el año de 1948 se empezó a trabajar las presas que están sobre el río Nazas y el río Aguanaval, que alimentan a la comarca lagunera, y al hacer esto dejaron de tener agua las presas, dejaron de fluir los manantiales, por ello ahora esa ciudad es un desierto y no se quiere que pase lo mismo en Cuatro Ciénegas.