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Implícita la violencia en la forma de educar
El acoso escolar ha sido una conducta que comenzó a considerarse un problema a partir de 1980. Antes de eso se decía que este tipo de violencia era parte del desarrollo de los niños, dijo Alejandro Zalce Aceves, doctor en neurociencias de la conducta.
El especialista presentó ayer la conferencia “El acoso escolar (bullying), su etiología y tratamiento”, dentro del XXIV Congreso mexicano de psicología, organizado por la Universidad Autónoma del Noreste (UANE). En la charla detalló que “la violencia sigue siendo una forma indirecta y permitida de educar”.
El presidente de la Sociedad Mexicana de Psicología describió algunos elementos que han dado como resultado un sistema promotor de la violencia, que ha sido amparado por la común frase que utilizan los padres: “tienes que aprender a defenderte”.
El primer factor es la necesidad de supervivencia que tienen los niños; el dominio de la población; la denotación de poder para sobrevivir.
En la investigación sobre acoso escolar que Zalce ha desarrollado desde hace 16 años, utilizó un ejercicio con niños para comprobar cuál era su reacción después de haber visto varios videos de diferentes épocas.
“Primero les pusimos un video de Discovery. Cuando terminó los niños empezaron a jugar entre ellos o con los juguetes de animales que teníamos ahí. Después les pusimos una caricatura de los años 70 y al terminar comenzaron a discutir, pero eran discusiones muy leves como pelearse por el lugar en el que estaban sentados. Finalmente vieron una caricatura de 2013 y los niños se pusieron muy violentos, incluso hubo algunos que terminaron golpeándose”, relató.
Indicó que los estilos de crianza por parte de los padres determinan si el menor será la víctima o el victimario, en caso de que el niño se relacione con el acoso escolar.
“En los estilos de crianza rígidos y autoritarios, donde el papá siempre dice que en su casa se hace lo que él quiere, surge el victimario. Donde los padres son ausentes o en la que los padres son demasiado democráticos y el niño domina al papá, se dan los victimarios”, concluye.