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Imparte el doctor Luis Alberto Villanueva conferencia “Violencia Obstétrica”
Torreón, Coahuila.- La exposición a la violencia de pareja en las mujeres embarazadas tiene un impacto en la salud tanto del bebé como de la mamá, provoca una reducción en el peso del recién nacido, además de mayores posibilidades de presentar cuadros hipertensivos.
Estas mujeres también están expuestas a otro tipo de maltratos en los hospitales que ahora se trata de evitar, dijo el doctor Luis Alberto Villanueva, director de Investigación en la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, en conferencia “Violencia Obstétrica” que ofreció al personal de salud en esta ciudad.
Una vez que se ha pasado de la identificación del problema a la intervención, se proporcionan herramientas a los médicos para que brinden a sus pacientes un trato respetuoso durante su atención obstétrica.
Hay muchos problemas en realizar intervenciones en violencia obstétrica, sobre todo porque no hay acuerdo en la definición del término, ya que hay quienes incluyen violencia obstétrica desde que la mujer no tiene la opción de ser atendida en algún nosocomio.
La violencia obstétrica, es una condición que ha venido cobrando importancia, tanto en la sociedad como en los grupos médicos y en los grupos que buscan que el parto se humanice, que no sea agresivo, que no haya un trato indigno o irrespetuoso.
Manifestó que en la Comisión Nacional de Arbitraje Médico se reciben quejas de los usuarios que no están satisfechos con el trato que recibieron o con los resultados de las intervenciones que se realizaron.
Entre esas condiciones pudieran estar algunos casos de maltrato durante la atención del parto, pero no se cuenta con cifras a nivel nacional, solo algunos estados ya están trabajando sobre los datos y están recopilando información para construir las cifras nacionales en relación a este fenómeno.
El concepto de violencia doméstica es un concepto muy amplio porque abarca diferentes aspectos, tanto la atención del parto, aspectos meramente técnicos y también las cesáreas sin indicación o sin justificación.
Incluye la postura que adopta la mujer al parir, si la mujer puede caminar o no, entonces tiene que haber un diálogo, una conciliación, sobre todo para ir construyendo el término, porque no tiene una definición precisa y eso hace que no se pueda trabajar en cifras porque lo primero que se tiene que hacer es generar una definición consensuada e incorporar en este debate a los propios médicos.
Fue el llamado de organizaciones de mujeres quienes pusieron el foco en este tema que se venía naturalizado, sobre todo en hospitales públicos, pero afortunadamente ya está en las mesas de discusión y en las cámaras.
Lo más desafortunado que pudiera ocurrir de toda esta historia es la judicialización del acto médico, que el facultativo se sintiera perseguido y por lo mismo empezara a actuar en un sentido opuesto, solicitando estudios que no son necesarios o incluso no queriendo atender partos.