Imágenes y tuits que delatan a Brizio

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Imágenes y tuits que delatan a Brizio

Negar un hecho no quiere decir que no exista. La realidad ahí está y, por más que se niegue, realidad sigue siendo. Esa misma que no se quiere aceptar en la Comisión de Arbitraje por el pésimo desempeño de sus silbantes; sin duda, el torneo más gris y de peor nivel desde que está el actual presidente, Arturo Brizio.

Lo sucedido en Mazatlán es la muestra de la terquedad, la falta de autocrítica y —sobre todo— de la idea de que —hablando en un video y mandando a emisarios a negar la realidad— desaparece la imagen de un árbitro que se equivocó. Al puro estilo de campaña política, las palabras de Brizio en el video de defensa a Óscar Macías —árbitro del Mazatlán vs. Cruz Azul— son una farsa, un intento de desvío de atención. No por ser el presidente de la Comisión de Árbitros se tiene la razón en todo; claro, con el poder que conlleva el puesto y tratando de salvarlo a como dé lugar, hay que lanzar mensajes positivos del gremio.

No es una cuestión de apreciación lo sucedido en el penalti que cobra Jonathan Rodríguez, es cuestión de reglamento, tal como se lo explicó un asesor de arbitraje FIFA, el argentino Miguel Scime, quien en su Twitter fue claro: “Hasta 2016, esa jugada hubiera sido considerada como válida, porque era una “acción accidental”. A partir de esa fecha, se consideró “conceptualmente” como una infracción a la regla. Se debería sancionar tiro libre directo —por tocar el balón por segunda vez—”; es decir, la Comisión de Arbitraje, además de defensora, está demasiado atrasada en el conocimiento de las reglas del deporte que dirige.

Marco Rodríguez, árbitro tres veces mundialista, fue más claro. Escribió en su cuenta de Twitter. “Si la Comisión de Árbitros de México de la FMF consultó al hombre responsable del International Association Board y su respuesta fue “no hay infracción”, apelo al organismo que lo sustente con las reglas del juego y lo hagan bajo un comunicado”, aseguró el buen “Chiquimarco”, y tiene razón.

Es decir, además de defensores, incultos, poco preparados, ignorantes de las nuevas reglas y mentirosos. Ese es el arbitraje mexicano, que premia a los silbantes centrales como Óscar Macías en un partido tres días después, para que se haga cargo del VAR, cuando no pudo ni hacerse cargo del juego que le correspondía en la cancha. Pero como hay que facturar lo perdido en el primer semestre del año, entonces a programar a los mismos, a los mismos, a los mismos en todos lados: en el campo o en el VAR... En fin, qué importa si se equivocan, saldrá Súper Brizio con la capa de la defensa de los silbantes en un video, aunque sean mentiras y conceptos llenos de ignorancia los que ahí se establezcan. Lo importante es salvar la chamba, no hacer y tener buenos árbitros en la Liga MX.