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Ildefonso Guajardo recomienda no mover ni una coma al T-MEC
A una semana de que el Tratado México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC) sea firmado en el marco de la reunión del Grupo de los Veinte (G20) en Argentina, el Secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, hizo un llamado a los legisladores a que no le cambien “ni una coma” para evitar complicaciones en su ratificación.
"Probablemente, hay muchos seguidores del partido mayoritario hoy en el legislativo que tradicionalmente han sido opositores a los acuerdos comerciales. (...) Mi recomendación es que en México no hay que moverle ni una coma", indicó después de su participación en la IMEF Business Summit 2018.
“Nuestra recomendación es que si se trata de hacer cualquier cambio, los legislativos tienen la potestad de aprobarlo o rechazarlo, por eso es que delegan la posición de negociación a los ejecutivos, si empieza haber cambios, se abre la caja de pandora, por qué cambiar una cosa sí y otra no, entonces, mi recomendación es que debe procesarse como fue negociado”, agregó.
Argumentó que el T-MEC es un buen acuerdo y debe ser aprobado, pues con él se ha disipado la incertidumbre sobre la existencia del marco comercial más importante de la relación de México con el mundo; en este sentido, considera que el T-MEC fue uno de los grandes retos que se dejan como legado en la administración de Enrique Peña Nieto.
Así, la expectativa del secretario es que el T-MEC sea ratificado por los legisladores, ya en el escenario de la administración de Andrés Manuel López Obrador y una vez que sea discutido qué es lo mejor para México, pero en Estados Unidos podría “atorarse” si los demócratas lo toman como “rehén” para no darle ningún triunfo al equipo de Donald Trump.
En este escenario que no es descartable, abundó, “el presidente Trump sí puede llegar al punto de decirles: o lo aprueban o desde este momento anuncio la salida y les doy seis meses para que decidan si quieren el nuevo acuerdo, pero yo creo que en el caso del Partido Demócrata, quedarse con la papa en las manos de que no haya ni el acuerdo original ni el nuevo puede llevarles un costo político muy alto”, expuso.
Sin garantía contra diferencias comerciales
Guajardo añadió que el T-MEC, y ningún otro acuerdo, es garantía contra diferencias comerciales que puedan existir, como sucede con los aranceles al aluminio y el acero que ha impuesto Estados Unidos, pero lo que sí propicia es tener un mecanismo para resolver diferencias, no entrar en una guerra comercial y generar mecanismos de defensa.
Explicó que en el caso del acero, seleccionó unas serie de productos que le “pegan” a distritos republicanos para presionar, pero a una semana de la firma del T-MEC, aún están en conversaciones para intentar solucionar las diferencias, con el acercamiento de los empresarios mexicanos de la industria y en pro de sus intereses
En el caso de que no se logre un acuerdo, dijo el funcionario, “simplemente se mantienen nuestros aranceles a sus productos de exportación, a los cuales yo me protegí facilitando la importación de la carne de puerco de Dinamarca, Alemania y otros países, abriendo oferta alternativa para que los precios no impacten al consumidor”.