IEC, la pantomima electoral

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IEC, la pantomima electoral

J. Alfredo ReyesAlguien dijo que la principal causa de los problemas son las soluciones. Una paradoja que aquí vamos a ilustrar con uno de los mejores ejemplos que existen al respecto y que es la inmensa burocracia creada para realizar las elecciones federales y locales en México. La más costosa del mundo, una clase parasitaria que nada tiene que ver con la ciudadanización de los comicios, porque los consejeros y funcionarios que la conforman son unos cínicos ganapanes de la democracia, animales de sillón burocrático, una vergüenza zoológica.

Ahí tiene usted a los burócratas del Instituto Electoral de Coahuila (IEC), que recién empiezan a trabajar después de casi dos años de asueto, cobrando sueldos superiores al del Presidente de la República.

Y esto viene a colación porque un parrense honorable, don Antonio Pachuca López, le ha preguntado a este columnista sobre su disputa con la presidenta del IEC, Gabriela de León Farías, ante lo cual, reiteramos lo dicho en este espacio en el 2017, que el suscrito no conoce a ninguno de los parásitos que se ostentan como altos funcionarios del IEC, ni siente por ellos odio ni rencor alguno, y que simplemente los considera como entes draculescos de maleficencia social, porque se niegan a reducir sus abusivos salarios a pesar de que duran meses y hasta años sin trabajar, una lepra mutilante que carcome a Coahuila.

Tiene razón el diputado Pablo Gómez cuando propone la desaparición del Consejo General del INE y, por ende, los consejos estatales de los OPLE’s. Un auténtico luchador por la democracia, preso político del 68. No como los farsantes consejeros que le hacen a la pantomima electoral. Porque son ellos los que deberían estar en la cárcel por parciales y abusivos. Doña Gaby en la mazmorra más infecta del sistema carcelario, por su inaudita terquedad de andar vestida con los ropajes de la simulación.

Y este es un clásico ejemplo de que la principal causa de un problema son las soluciones, porque para quitarle el control de los comicios a la Secretaría de Gobernación y su Comisión Federal Electoral, se recurrió al gigantismo burocrático más aberrante de nuestra historia, el más oneroso del mundo, el INE y los OPLE’s, una inmensa maraña que cuesta miles de millones y que no genera ninguna certidumbre con una democracia con pésimos adjetivos.

Un verdadero consejero ciudadano lo fue Miguel Ángel Granados Chapa (IFE de 1994), que cuando aceptó la responsabilidad de ser consejero electoral alegó por su definición: “Si quieren consejeros ciudadanos no les quiten su condición de ciudadanos, no los hagan funcionarios, no los conviertan en burócratas”.

Y cierto es que esa inmensa burocracia no ha resuelto ningún problema. En este País, desde 1917, se han celebrado 20 elecciones presidenciales, 21 senatoriales y 39 de diputados federales. En total 80 procesos electorales en que los poderes federales han quedado integrados y funcionando sin quebranto alguno, la mayor parte de ese tiempo sin el esquema actual del INE.

Ya verá, usted, cómo doña Gabriela de León y sus “consejeros ciudadanos” entrampan la próxima elección. La pantomima de su urna electrónica llegará a los tribunales. Verá cómo han crecido en mañas esas rémoras del IEC.