Humberto tras la Rejas

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Humberto tras la Rejas

Lo conocí cuando contrajo matrimonio con Vanessa, mi gran amiga desde hace 30 años, cuando cursábamos Primero de Primaria. Una amistad así, larga y positiva, no se niega; más bien se afirma, sobre todo en la adversidad.

Cuando lo conocí, Coahuila bailaba al son del “Profe”, de los miles de millones de presupuesto fincados en los elevados precios del petróleo y en la deuda pública. Había lana suficiente. 

Muchos de los que hoy se suman al coro que aplaude su aprehensión, solían ser los primeros en hacerle caravanas. ¿Cómo olvidar las campañas de Jesús de León Tello en Torreón y de Oscar Mohamar en Saltillo? El PAN empezaba sus eslógans con la frase: “Juntos, con el Gobernador, haremos…”.

Años después llegué al Congreso de la Unión. Aunque no necesariamente sea malo, nunca me ha gustado recibir órdenes, me resisto a ser subordinado. Desde niño fui rebelde. La política no podía ser la excepción, tampoco en el PAN, en el que militaba; ni frente al PRI o el Gobernador, a quienes no debía nada en absoluto. Con el tiempo, renuncié al PAN porque no estaba dispuesto a acatar los dictados del grupúsculo corrupto que aún lo controla.

Tenía claro cómo actuar frente al PRI y al entonces Gobernador. Fui educado por padres muy valientes, en mi ADN no cabe la claudicación. La adversidad me eleva la adrenalina y por momentos hasta la disfruto. La consecuencia era previsible. Como pasó a muchos otros, se desató en mi contra una fuerte ofensiva mediática. Los medios que hoy festinan la detención de Humberto Moreira, se deleitaban atacándome.

Recuerdo una visita de Humberto a Piedras Negras, profirió insultos en mi contra, frente a “amigos” ahí presentes, muchos rieron y aplaudieron; otros callaron y más tarde me contaron la anécdota. Ése era el Coahuila de Humberto. Después todo pasó, como siempre pasa, el tiempo se impone.

Según se desprende del auto girado por el Juzgado Central de Instrucción No. 5 con sede en Madrid, Moreira fue detenido “…por su participación en delitos de organización criminal, blanqueo de capitales, malversación de caudales públicos y cohecho”. Vayamos por partes. Antes de Madrid están Saltillo, la Ciudad de México y San Antonio, cada instancia tiene sus respectivos fiscales o ministerios públicos.

En Saltillo, a juicio de la autoridad que él y su hermano nombraron, no hay ni hubo delito alguno imputable a Humberto Moreira. Punto final, caso cerrado. 

En la Ciudad de México hubo una investigación en el Gobierno de Felipe Calderón. La PGR, en el gobierno del PAN, decretó el “No Ejercicio de la Acción Penal”. Según nota de VANGUARDIA del 21 de noviembre de 2012, los entonces Diputados Locales del PAN que interpusieron la denuncia, nunca apelaron. En resumen, para las autoridades mexicanas, locales y federales, no hay ni hubo delito alguno. Caso Cerrado. Si no nos gusta, preguntemos a los que tomaron la decisión, pero tomada está. España precisa que no lo hizo a petición de Estados Unidos. Debemos concluir que todavía no hay una petición formal. Eso no impide que pueda haber alguna investigación, pero de momento es mera especulación. 

El fiscal español funda su caso en unos 200 mil euros transferidos a cuentas en España. Al decir “caudales públicos”, el fiscal presume que se trata de dinero público de México. Hagamos las pregunta obligada: ¿Cómo comprobarlo si el país agraviado no los reconoce como tales? ¿Esos “caudales públicos” México no los reconoce como propios? Por esa vía, no le veo mucho futuro al caso presentado por el fiscal, aunque sí, mucha novelería y especulación. Algo así pasó cuando Baltasar Garzón quiso juzgar a Pinochet por delitos cometidos en Chile, pero que ese país no reconocía como tales.

Ello no libra a Moreira de problemas. Tiene que justificar, a satisfacción del juez, el origen de sus recursos. En este caso unos 200 mil euros. Hasta ahora es lo único que cuestiona la fiscalía, según los reportes de la prensa. Esta es otra historia, legalmente separada de México, es entre España y Humberto Moreira. Estados Unidos podría solicitarlo, quizá, no lo sabemos. En todo caso eso conllevaría un juicio de extradición.

En conclusión: En México nada sucede y nada pasó. En España arranca lo que parece una larga novela que podría tener segunda temporada en Estados Unidos. Mientras tanto, los gobernadores de México siguen endeudando a sus estados y no pasa nada.

Twitter: @chuyramirezr
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