Juan Salas Aguirre, jefe de Control y Bienestar Animal, consideró que el humano es el responsable de que los perros sean agresivos. Explicó que todos los canes, independientemente de su raza, requieren de socialización y atención.

Aunque los perros de raza pitbull y sus derivados ya cuentan con un porcentaje de genética agresiva, ese nivel se puede reducir si el dueño los saca a pasear para que convivan con humanos y otros animales. Por ende, dijo el funcionario, se pueden evitar los ataques a las personas que resultan más vulnerables: los niños y los ancianos. 

“El perro no tiene la culpa, los humanos somos los responsables (…) Un perro en manos de un ciudadano responsable no hace daño; un perro en manos de gente que no tiene el cuidado, ni la responsabilidad de cuidar al animal, es un potencial agresor tanto de la vida de un humano, como de otras mascotas y de otros seres vivos”, aseveró Salas.

El veterinario indicó que si un perro se encuentra encerrado en azoteas o traspatios, independientemente de la raza, será agresivo en cuanto tenga contacto con humanos u otros animales. 

En ese sentido, dijo, quien tome la decisión de adoptar o comprar un can, debe hacerse responsable de los cuidados que necesita. 

HAY QUE SER RESPONSABLES

“El meollo y el asunto real es la tenencia responsable. Primero con la esterilización, tenemos demasiados perros Pitbull en vía pública, en azoteas, en traspatios. Que la gente tome conciencia y esterilice a sus perros, porque después los dejan abandonados. Segundo, estos accidentes deben prevenirse con los cuidados que requiere”, sostuvo. 

VANGUARDIA publicó ayer que un niño de tres años de edad fue atacado el jueves por un perro de la raza Pitbull en la colonia Margaritas. Ayer fue trasladado a una clínica de Monterrey, pues el estado de salud del pequeño Iker Ulloa no ha mostrado mejoría, luego de que el perro le rompiera la tráquea al arrastrarlo varios metros.

Salas dijo que la familia dueña del can de cuatro años de edad, aceptó que tenían al perro como vigilante de la casa y siempre se encontraba encerrado, lo que pudo detonar su agresividad al encontrar la forma de salir de la vivienda.