La disputa del "superclásico" entre River Plate y Boca Juniors, al igual que toda la decimotercera fecha del torneo argentino de fútbol prevista para el fin de semana, quedó en riesgo de disputarse debido a una huelga convocada por uno de los sindicatos que representan a los árbitros.

La medida de fuerza fue planteada por el Sindicato de Árbitros de la República Argentina (Sadra) luego de que uno de sus afiliados, Claudio Elichiri, fuera agredido el domingo por jugadores y aficionados del equipo Sarmiento de Ayacucho en un partido del torneo Federal B del ascenso argentino.

Guillermo Marconi, secretario general del Sadra, anunció la convocatoria a la huelga, una medida de fuerza que también podría acompañar la Asociación Argentina de Árbitros (AAA), otro de los gremios del sector.

El Gobierno argentino, por medio del Ministerio de Trabajo, planteó una reunión con los representantes del Sadra y de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para analizar el tema, aunque expresó su intención de impedir la huelga.

Los árbitros, dijo Marconi, fueron víctimas de "37 hechos de violencia" en su contra durante los últimos 18 meses. La situación "está desmadrada", agregó.

"Cuando llegué a mi casa, nos abrazamos y lloramos con mi mujer. Nunca pensé que me iba a pasar esto", expresó Elichiri, horas después del partido en el que fue agredido, al diario "Clarín".

Luego de expulsar a un jugador de Sarmiento de Ayacucho, el árbitro fue golpeado por futbolistas del equipo y decenas de simpatizantes que ingresaron al campo de juego. Elichiri sufrió cortes en el rostro y contusiones en todo el cuerpo.

"Había mucha gente, muy poca policía y no pude hacer nada. Espero que de una vez por todas se termine esto. Se tiene que cortar, que sancionen a quien tienen que sancionar. No te pueden moler a palos en un campo de juego", dijo.

La agencia de noticias "DyN" mencionó hoy que uno de los agresores es sobrino del presidente de Sarmiento de Ayacucho.