SAO PAULO.- La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW) criticó hoy que las políticas para refugiados adoptadas por Estados Unidos a lo largo de 2015 son "irreflexivas, discriminatorias y perniciosas".

La ONG denunció en su informe anual, que presentó en Sao Paulo y Estambul de forma simultánea, "la retórica polarizadora de nosotros contra ellos" que impera en el país norteamericano y en la Unión Europea.

De acuerdo con el documento, "la islamofobia flagrante y la demonización descarada de los refugiados se convirtieron en la moneda corriente de una política de intolerancia cada vez más asertiva" con las personas que buscan asilo.

Tal como señala la entidad, algunos políticos de EE.UU. "están tratando a los refugiados sirios como una amenaza a la seguridad", a pesar de que las pocas personas que consiguen entrar en el país "hayan pasado por un intenso proceso de selección de dos años".

Por ese motivo, rebatió la ONG, "no se trata de una ruta atractiva para potenciales terroristas, mucho más aptos a ingresar con visados de estudiante o turista, que están sujetos a una fiscalización más leve".

El anuario también pone de relieve que unos 30 gobernadores intentaron impedir que algunos refugiados procedentes de Siria fueran reasentados en EE.UU. a raíz de los atentados ocurridos en París el pasado noviembre.

La discriminación ocurrió, además, contra mujeres provenientes de América Central porque, como apunta el informe, "continuó aumentando dramáticamente el número de detenidas" de la región.

En este sentido, la institución recuerda que en diciembre de 2014 se creó un programa que permite reubicar a niños refugiados cuando uno de sus padres resida legalmente en el país norteamericano y al que postularon 5.000 menores.

Sin embargo, hasta noviembre de 2015, sólo seis niños habían sido atendidos, "lo cual -subraya la ONG- dejó a otros miles expuestos a violencia y persecución mientras esperaban en sus países de origen que tramitara su solicitud al programa".

Un escenario en el que, a juicio de la ONG, "además de hacer de los refugiaos chivos expiatorios, los líderes políticos en Europa y EE.UU. usaron la amenaza terrorista como una oportunidad para ampliar sus poderes".

Al mismo tiempo, en palabras de la entidad, "los gobiernos autoritarios de todo el mundo, temerosos de la disidencia pacífica que a menudo se ve magnificada por las redes sociales, emprendieron su ofensiva más intensa en los últimos tiempos contra los grupos independientes" críticos con la actuación de sus mandatarios.

El anuario reprobó asimismo que el país continúe albergando la mayor población carcelaria del mundo, con 2,37 millones de presos, 100.000 de los cuales en régimen de aislamiento.

La ONG no sólo alertó de que muchas de las penas son, a menudo, "excesivamente largas", sino que también resaltó que "los agentes penitenciarios utilizan fuerza innecesaria, desproporcionada e incluso maliciosa contra internos con deficiencia mental".

Por otro lado, la ONG enfatizó la permanencia del racismo, especialmente en casos de delincuencia y drogas.

De acuerdo con los datos de la organización, las personas negras representan sólo el 13 % de la población del país, mientras que suponen el 29 % de todas las detenciones relacionadas con narcóticos y son encarceladas en una proporción seis veces mayor a las personas blancas.

En el mismo capítulo, HRW censuró que "reos pobres en todo el país estén sujetos a períodos inútiles y prolongados de prisión provisional por no poder pagar la fianza", una situación de la que se aprovechan las autoridades con el "objetivo de generar ingresos".

En cuanto a Guantánamo, el documento afirma que durante 2015 la legislación "intensificó las restricciones ya existentes de transferencia de presos" hacia otras cárceles.

Igualmente, el informe sostiene en materia de seguridad que EE.UU. "continuó presionando a grandes empresas de internet" para "facilitar las prácticas de vigilancia durante las investigaciones criminales".

Para terminar, HRW celebró como "logro importante" el reconocimiento a los matrimonios homosexuales por parte de la Corte Suprema de los Estados Unidos.