¿Honestidad o capacidad?

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¿Honestidad o capacidad?

La semana pasada se compartió una encuesta (Desarrollada por Caudae Estrategias) de evaluación a los gobernadores de las entidades federativas en México, en donde se calificaban diferentes aspectos: aprobación, confianza, seguridad, honestidad y capacidad. Estas últimas dos llamaron mi atención, puesto el primer lugar en honestidad lo tiene Mauricio Vila, gobernador de Yucatán, y el primer lugar en capacidad lo tienen Diego Sinhue, gobernador de Guanajuato, cuando los segundos y terceros lugares quedan igual; el segundo le pertenece a Adán López de Tabasco y el tercero a Francisco Domínguez de Querétaro.

Llama la atención que para los mexicanos, según dicha encuesta, un gobernador capaz no es lo mismo que un gobernador honesto. Cuando deberían ser adjetivos complementarios, no excluyentes. No nos sirven servidores públicos muy honestos que no sepan hacer su trabajo, o aquellos que saben hacerlo pero no son honestos.

¿Qué preferimos, servidores públicos honestos o capaces? Ya está sobrediagnosticado el tema de corrupción en México, encontramos un sinnúmero de encuestas, estudios sobre el tema, pero muy pocas acciones concretas.

Seguro recordarán a Hilario Ramírez, conocido como Layín, quien fue alcalde de San Blas, Nayarit, y candidato a la gubernatura en ese estado durante el 2017; por el famoso “robo poquito” que lo hizo triunfar como candidato a alcalde. Esto nos permite inferir que los mexicanos preferimos gobernantes honestos, a simple vista. Pero, ¿esto es suficiente para sacar adelante al País con todos los retos que tenemos?

Yo diría que no, necesitamos gobernantes de vocación y preparados para asumir el reto grande que conlleva esa responsabilidad.

Como ciudadanos estamos acostumbrados al moche, a la corrupción, a que los gobernantes saquen ventaja a sus intereses personales. Sin embargo, está en nosotros exigir el extra: que cumplan sus promesas de campaña, que inviertan en el desarrollo del capital humano (al final un país es eso: un conjunto de personas en un espacio físico determinado) y propiciar una convivencia pacífica entre ellos.

Siendo esta la bandera del nuevo gobierno (honestidad y la integridad), valdrá la pena que no se quede sólo en eso, y se demuestren también las capacidades de gestión y respuesta para los enormes retos que tenemos como país.

Es un trabajo para #CiudadanosdeTiempoCompleto que exijamos gobernantes capaces y honestos; no son adjetivos excluyentes.

@garciacecy_

ceci.garcia@dcamexico.org