Desde inicios de 2007 en México la cantidad de homicidios dolosos ha ido sistemáticamente al alza, salvo en un breve periodo entre 2011 y 2014, teniendo su punto más alto desde que se lleva registro sistemático en el presente año. Se trata de un fenómeno preocupante, que ni gobiernos del PAN, PRI o Morena han sabido controlar.

Ni siquiera la pandemia por COVID-19 ha logrado reducir los homicidios, ello a pesar de que en casi todo el mundo los asesinatos han tenido disminuciones importantes, derivado del aislamiento forzado de millones de personas.

El Gobierno Federal salió a presumir una ligera disminución, sin embargo, no hay tal y cualquier persona medianamente informada en estadística delictiva lo puede desmentir. Sin duda, hay menos casos en abril 2020, que en marzo 2020, sin embargo, las cifras de homicidios tienen patrones estacionales y todos los años se registra esta pequeña disminución en abril, en primera instancia porque marzo tiene un día adicional.

De tal forma que, si dividimos los homicidios de marzo y abril entre los días de cada mes, el promedio de homicidios por día resulta superior en abril. Pero no sólo eso, sino que además si comparamos abril de este año, con el del año pasado, tenemos un aumento en los casos de aproximadamente el 7 por ciento.

En conclusión, aunque López Obrador y Durazo quieran jugar con los números para encontrar una manera de argumentar que los homicidios van la baja, la realidad es otra, se han mantenido en aumento, lo cual es doblemente grave, porque en casi todos los países que llevan registro mensual, dicha cifra disminuyó, lo que permite inferir que, en ausencia de la pandemia, el crecimiento podría haber sido significativamente mayor.

Un apunte relevante y a la vez preocupante, lo ofrece la investigadora del CIDE Estefanía Vela Barba, que señala que hubo una ligera disminución de marzo a abril en los homicidios de hombres, pero un aumento relevante en la cifra de homicidios de mujeres, lo que en el agregado propicia un incremento en la tasa conjunta. Lo preocupante de esta cifra es que denota que es posible que, en un escenario de cuarentena, los homicidios de mujeres se incrementaron de manera clara. Cabe señalar que es probable que se diera una incorrecta forma de clasificarlos, ya que se puede tratar de feminicidios.

El punto toral es que después de más de un año en el poder, de repetidas promesas de disminución, de afirmar que se cuenta con una estrategia diferente y de la puesta en marcha de la Guardia Nacional, en el tema de homicidios dolosos que es el principal indicador de la violencia en México no sólo no hay resultados, sino que la situación se sigue degradando, lo que permite inferir que hasta el momento las estrategias de actual Gobierno han tenido un efecto nulo.

Es decir, es momento de hacer un corte de caja, analizar la evidencia, evaluar las posibles alternativas y hacer ajustes en la estrategia, para evitar más muertes violentas en México.

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