Homenaje a la prosa vanguardista

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Homenaje a la prosa vanguardista

Este mes se cumplen diez años de la muerte del Salvador Elizondo y el Fondo de Cultura Económica le rendirá homenaje hoy. Recordamos la importancia de sus letras
Personalidad y literatura tienen poco que ver entre sí y es en esa diferencia en donde nace la pregunta acerca de la identidad del autor y la obra”
Salvador Elizondo

CIUDAD DE MÉXICO.- El escritor, traductor y crítico literario mexicano Salvador Elizondo, considerado uno de los escritores más importantes de la generación de la Casa del Lago, también llamada del Medio Siglo, destacó por su prosa absorbente y sus temas truculentos.

Elizondo, quien nació el 19 de diciembre de 1932 en la Ciudad de México, fue recordado en el Palacio de Bellas Artes con la exposición “Farabeuf: 50 años de un instante”, que festejaba el medio siglo de la publicación de su primera novela, misma con la que obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia en 1965.

En dicha exposición se explicó que la búsqueda estilística del novelista se basaba en generar una experiencia poética cercana a lo absoluto.
“Farabeuf o crónica de un instante” surgió de la fuerte impresión que dejó en el escritor la fotografía de un hombre chino al que se le practicó el “Leng t’ché” o muerte por mil cortes. En la novela Elizondo hace un énfasis profundo al instante previo a la muerte y al éxtasis que parece experimentar el ejecutado.

El escritor desde joven se vio influenciado por el cine que le gustaba a su padre, de ahí aprendió la relación que existe entre las perspectivas de una toma y la forma en que se entiende la trama. Ese principio lo aplicó a diferentes textos suyos, siendo “Farabeuf” el más evidente.

Tras su primer libro publicado en 1960, “Poemas”, Elizondo jamás volvió a ese género y se dedicó a escribir una obra basada en cuentos y novelas. Otros de sus textos fundamentales son “Narda o el verano” (1966), “El grafógrafo” (1972) y “Miscast” (1981).

Según el portal del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) también trabajó como articulista con textos breves y enigmáticos en periódicos y revistas como: “Medio Siglo”, “Positif”, “Revista de la Universidad de México” y el diario “El Nacional”.

Incursionó en el círculo editorialista al fundar las revistas “Nuevo Cine” y “S.nob”, que pese a su poco tiempo en circulación, detalla el portal www.literatura.bellasartes.gob.mx, marcó un descanso al discurso nacionalista de las publicaciones de su tiempo.

Derivado de sus esfuerzos en diferentes rubros de la escritura fue becario fundador en El Colegio de México, en donde cursó estudios de lengua china; becario de la Fundación Ford para estudiar en Nueva York y San Francisco; becario del Centro Mexicano de Escritores 1963-1964, y becario también de la Fundación Guggenheim 1968-1969.

También fue maestro en la Facultad de Filosofía y Letras, y en el Centro Universitario de Estudios Cinematográficos (CUEC) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El escritor murió a sus 73 años el 29 de marzo de 2006 víctima de un cáncer de boca. Tras su muerte, se convirtió en el segundo escritor, después de Octavio Paz, en recibir un homenaje de cuerpo presente en el Palacio de Bellas Artes.