Roberto Hernández Quintero no alcanzó a llegar a un hospital y murió abordo del vehículo, aparentemente de un infarto.

Ocurrió alrededor de las 4:30 de la tarde en la calle de Nopal entre Gavilanes y Tule, en la colonia Teresitas.

Contaba con la edad de 60 años, noticia que conmocionó a su esposa María de la Luz, quien invadida de llanto salió de su casa y es reportada como “desaparecida”.

“El señor padecía de presión alta lo llevamos a una farmacia cercana y cuando regresamos a casa, se volvió a sentir mal” dijo una de las familiares.

Ya en el vehículo lo vieron inconsciente y llamaron al personal de la Cruz Roja con la esperanza de ponerlo a salvo.

De manera lamentable el anciano ya no contaba con vida y dieron aviso a las autoridades municipales.

Procedieron con el acordonamiento del exterior del domicilio sin la necesidad de solicitar la presencia de elementos de la Fiscalía General del Estado, (FGE).

Solo acudió una ambulancia funeraria para realizar el traslado de cadáver para el trámite de la sepultura.