Saltillo, Coahuila. A causa de los celos, un hombre, tras reclamarle una supuesta infidelidad a su esposa, tomó un arma y a quemarropa disparó contra ella en dos ocasiones, quitándole la vida. Sin embargo, su pena solo terminó cuando él mismo se disparó, quedando a un lado del cuerpo de su amada.

Alrededor de las cinco de la tarde de ayer, Laura Patricia Hernández Soto, de 43 años y su esposo Guillermo Linares Hernández, de 50 fueron encontrados sin vida en la cocina del domicilio marcado con el 112 de la calle Niños Héroes, de la colonia Ignacio Allende, por sus uno de sus hijos.

Momentos antes, la pareja había discutido por una supuesta infidelidad por parte de Patricia, por lo que Guillermo sacó de entre sus prendas un revolver calibre .38 y le disparó en dos ocasiones en la espalda. La muerte fue casi inmediata.

Al ver el cuerpo convaleciente de su mujer, Linares Hernández tomó una decisión igual de drástica, empuñó su arma frente a su rostro y jaló el gatillo, quitándose la vida para así acabar con su tormento y la pena que le causó descubrir la infidelidad de su mujer.

Presuntamente Guillermo adquirió el arma durante el transcurso del día (sábado), y fue gracias a que un amigo de esa colonia le dijo que vio a su esposa en malos pasos, que decidió seguirla cuando salió de su domicilio dándose cuenta de la infidelidad. 

Declaraciones de los testigos comentaron que el matrimonio tenía problemas frecuentes,  no era la primera vez que discutían y supuestamente las peleas eran por el mismo motivo.

Minutos después del reporte llegaron decenas de elementos de seguridad, incluso arribaron paramédicos de Cruz Roja pero nada podían hacer, ya que ambos yacían muertos, con el arma en medio de ellos

Sobre esa arma, los hijos aseguran no saber quien le vendió a su padre.

Luego de media hora, llegaron elementos del cuarto grupo de homicidios de la Procuraduría General de Justicia del Estado, para tomar conocimiento y trasladar los cuerpos al SEMEFO, en medio del llanto y la impotencia de la familia.

DIFUNTOS

Laura Patricia Hernández Soto, de 43 años.
Guillermo Linares Hernández, de 50 años.