Las autoridades aún no han dado a conocer los que se localizó en el supuesto “crematorio” clandestino que fue denunciado en la colonia Omega.

Abraham González Ortiz, propietario del lugar, fue trasladado a rendir declaración ante agentes de la PGJE, facultados para abrir una investigación en su contra por las quejas de los vecinos.

Habitantes de la mencionada colonia denunciaron que el taller de soldadura, ubicado en las avenidas Cuarta y Quinta, de día operaba con normalidad, pero al caer la noche se convertía en sitio de tortura y muerte para perros.

Elementos de Protección Civil continúan con rigurosas inspecciones en el lugar, secundados por autoridades de Fuerza Coahuila.

Cabe señalar que el artículo 17 de la Ley de Protección de los Animales vigente en el Estado de Coahuila, señala que cualquier persona que ejerza actos de crueldad contra los animales domésticos, silvestres o en cautiverio, será acreedor a una sanción.

Las autoridades localizaron el horno crematorio y algunos restos de animales, y la investigación sugiere que Abraham permitía que su hermano Saúl, de oficio veterinario, se deshiciera de los cuerpos de perros y gatos en el lugar.

Será durante la mañana de hoy cuando se determine si sólo se aplica una sanción económica contra Abraham o se inicie un proceso penal en su contra.