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Hay mucha gente con una doble vida, aseguran expertos
Luis Muiño para Muy Interesante
Los casos en que una persona mantiene dos relaciones estables paralelas solo saltan a la luz en circunstancias excepcionales. En 1993, por ejemplo, Jean-Claude Romand fue detenido por el asesinato de su mujer, sus hijos y sus padres. Ahí se descubrió que hacía muchos años que tenía una amante. En su caso, la doble vida era más compleja: engañó a su familia diciendo que era médico –apenas llegó a empezar la carrera– y que trabajaba en la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero nunca tuvo empleo remunerado. El dinero lo obtenía mediante estafas.
Sin embargo, las dobles vidas que finalizan sin dramatismo son más habituales de lo que creemos. Robert Motta, psicólogo de la Universidad Hofstra, en Nueva York, calcula que el 70% de los varones y el 50% de las mujeres mantienen una relación paralela durante algunos años de su vida. Una cifra que muchos psicoterapeutas, conocedores de la intimidad de sus pacientes, asumen como probable.
Los miedos nos atan
Otras personas acaban manteniendo dos relaciones porque les resulta difícil cortar los lazos afectivos. Por ejemplo, hay mujeres y hombres cuya falta de tolerancia a la tensión les impide terminar una relación cuando se enamoran de otra persona. Se sienten incapaces de abandonar a su pareja por miedo a causar dolor.
Por último, están las personas que encuentran satisfactorio mantener relaciones paralelas. Aldert Vrij, profesor de la Universidad de Portsmouth, en Inglaterra, habla de los buenos mentirosos, que logran engañar con fluidez, lo que disminuye el estrés que supone esta situación. Además, les gusta la sensación de variedad y poder mostrar partes diferentes de la personalidad.
Pero cuidado: llevar una doble vida suele acarrear al infiel un gran estrés. Además, según un estudio de la Universidad de Florencia, en el caso de los hombres también podría afectar a la salud cardiaca: los infartos se producen más durante la visita a la amante.