CDMX.- Desde 2010 a la fecha, en 64 de las 95 diócesis, se han registrado 101 casos de abusos sexuales cometidos por clérigos, los cuales son investigados por las autoridades, indicó la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

En conferencia de prensa, Rogelio Cabrera López, presidente de la CEM, detalló que se está recabando la información en las diferentes diócesis del País para saber cuántos casos se han presentado y cuántos han sido notificados a la autoridad civil; reconoció que no se tiene cuantificado la totalidad de casos.

“Ahorita hemos iniciado esta tarea de recabar la información… No tenemos la información total, tenemos que revisar hasta dónde llega esta realidad, hasta ahorita no podemos cuantificar la totalidad, ojalá y no sea una plaga”, enfatizó Cabrera.

HAN SUSPENDIDO A 157

El también arzobispo de Monterrey aclaró que la Nunciatura Apostólica le informó al Episcopado Mexicano que, en los últimos nueve años, 157 sacerdotes han sido suspendidos de su ministerio por presunto abuso sexual.

Cabrera no dio a conocer el nombre de quienes han sido suspendidos, y argumentó que las diócesis no están obligadas a proporcionar esa información el Episcopado, pues es autónomas y sólo rinden cuentas al Papa.

Alfonso Miranda Guardiola, secretario general de la CEM, detalló que hasta el momento han detectado que desde 2010 se han registrado 101 casos de pederastia clerical que siguen un proceso ministerial.

Explicó que tras el encuentro de Protección de Menores, que se realizó en El Vaticano, el Episcopado Mexicano diseñó una estrategia para combatir este problema, entre las medidas se encuentran realizar pruebas psicológicas a los seminaristas, así como certificar a los sacerdotes, obispos y parroquias para prevenir abusos sexuales a menores.

PRIMERO LA VÍCTIMA

Rogelio Cabrera, indicó que el papa Francisco pidió cambiar el paradigma y ponerse siempre del lado de la víctima; por lo que la Iglesia Católica en México no protegerá más ni ocultará ningún caso de abuso sexual o de pederastia.

“Basta un caso para estar preocupados, un caso es una monstruosidad y seremos honestos hasta donde llega la gravedad de este problema”, advirtió.

Sostuvo que en la Iglesia Católica el mayor castigo que se le puede dar a un religioso acosador es expulsarlo pero, además de eso, presentará la denuncia respectiva ante las autoridades competentes para que bajo las leyes del Estado sea la cárcel el castigo máximo.

“Si la autoridad lo declara culpable, el abusador pasará a la cárcel o a la pena que se le haya asignado, donde el Estado o la autoridad asume la responsabilidad”, dijo.