Paren la implacable rueda de la historia. Ignoremos por un instante lo urgente y desenterremos lo importante: ha muerto el mexicano gallego, Xerardo Moscoso Caamaño (1945-2021). Sí. La muerte ha dado una dentellada más al talento hecho vida en tiempos pandémicos.

Sí. Falleció el “anartista”, anarco y artista, incorrecto políticamente. Sí, el vituperado pero querido por más.

Sí, el Xerardo nacido en México de padres gallegos; él franquista y ella republicana. Sí, el Moscoso médico por la Facultad de Medicina de la Universidad Compostelana de Santiago (1970). Sí, el Xerardo comunista perseguido por la dictadura franquista. Sí, el Moscoso que grabó discos en idioma gallego contra esa misma dictadura (1968-1977). Sí, el Xerardo que coincidió con el legendario poeta Rafael Alberti “en una serie de recitales por Italia para recaudar fondos para las familias de los obreros asesinados por la dictadura franquista en la ciudad de El Ferrol, Galicia, España” (1972). Sí, el Moscoso incendiario que, al morir el dictador español, Francisco Franco, tiró huevos con sangre en la embajada española en Suiza.

Sí, el Xerardo exilado en su otro país: México, donde inició su carrera como actor de teatro, productor y actor de cine (1977- 1991). Sí, el Moscoso que colaboró con el gran director de teatro Ludwik Margules y participó en obras de la Compañía de la Escuela de Arte Dramático de Moscú (1979); de la Compañía de Teatro de la UNAM (1986-1994) y de la Compañía Nacional de Teatro (1995-1997). Sí, el Xerardo director de teatro (1999).

Sí, el Moscoso que regresó a Torreón a cuidar de su madre para tomarla de la mano y acompañarla hasta su muerte (1999). Sí, el Moscoso fundador del Grupo Teatral “Libertad entre rejas” en el Cereso de Torreón, Coahuila (2000-2014) y de la Compañía Coahuilense de teatro La Gaviota A.C. de San Pedro, Coahuila.

Sí, el infectado de VIH de hace más de 25 años. Sí, el enamorado de Esteban, su pareja de hace 39 años. Sí, el que con Esteban fue la primera pareja en firmar el Pacto Civil de Solidaridad en Coahuila y en el País (2007).

Sí, el Xerardo Moscoso Caamaño que abrazan con ternura sus perritos Kika, Manchas, Ferruco y Cane.

Sí, el mismo al cual yo también abrazo para que su memoria no descanse en paz, porque necesitamos más de su inteligente e incorrecta postura para nunca dejarnos de interrogar, en sus propias palabras: “¿De qué sirve pues la experiencia, la inteligencia, el talento, la solidaridad y el conocimiento si no se construye una sociedad más justa, equitativa y sin las asimetrías sociales que nos rebasan?”.

Hasta pronto, mi amigo Xerardo (con X para honrar tu origen gallego), mientras te despide la música de Milladoiro y sus gaitas gallegas hasta el paraíso elegido por ti.