En un día, la venta de nuez de Parras puede dejar hasta 30 mil pesos de ganancias a sus vendedores; el resto del año es una apuesta por la constancia y calidad de su producto. 
Ignacio Durón Alonso lleva un año “calentando” la esquina de calle José María La Fragua y Prolongación Veracruz, desde entonces un letrero grande con la leyenda “Nuez de Parras” es el principal enlace con su público.

A dos meses de que las mejores ventas del año se den, Ignacio aguarda paciente vendiendo de a poco y sacando para pagar los permisos de venta y sus necesidades. Las bolsas de nuez que vende van desde los 65 pesos hasta 260 pesos el kilo. Su compromiso con el cliente le ha permitido ganárselo y vender hasta de “5 pesos por lo que alcancen”.

El ciclo de la nuez en el mercado encuentra su apogeo durante noviembre y diciembre, es en vísperas de Navidad cuando las ventas alcanzan hasta los 30 mil pesos en un día.

“Uno anda de un lado a otro, pongo mi puesto aquí y en la otra esquina para agarrar a los más que se pueda, hay más vendedores pero uno ya se va haciendo de clientes… para las 07:30 de la mañana ya estoy con el puesto y me voy hasta las 08:00 de la noche”, compartió el vendedor a quien el año pasado algunos clientes le entregaron billetes falsos, uno de los riesgos que ha vivido.

Las ventas decembrinas contrastan con la cuesta de enero, tanto Ignacio como los pocos colegas que se quedan por la zona para vender el resto del año, viven en carne propia la falta de flujo de dinero en el mercado debido a los múltiples gastos y deudas ejercidos por sus clientes semanas antes.

Desde Monclova y Monterrey, compradores se acercan a la esquina donde Ignacio tiene su negocio. De acuerdo al vendedor, la forma en que se trata al cliente es la clave para que regresen.

“Una buena nuez debe tronar cuando se parte, por eso cuando llega a estar húmeda les digo que la expandan y la pongan en tuppers”, el producto es garantía para un cliente satisfecho, por lo que guardarla en una bolsa en poco ayuda a su conservación.

La nuez de Parras sigue vigente entre la población, su venta tiene estaciones buenas y regulares, otras que son garantía. En un año, en temporada de enero y febrero las ventas son escasas, para Semana Santa suben y bajan conforme se acerca el verano, a partir de octubre comienza el calentamiento para la mejor temporada de venta en el año.