El precio de la tortilla registró su primer incremento del año. Hay algunos comercios que en Saltillo llega a costar 18 pesos el kilogramo.

Quienes se dedican a la elaboración y venta de la tortilla, han decidido tomar en cuenta las necesidades del consumidor, sin embargo, no pueden reducir el costo, ya que la inversión que hacen en insumos resulta más elevada que las ganancias generadas por la venta.

Papel, teflón, agua, gas, electricidad y bolsas para empaquetar, es algo en lo que se invierte el dinero de los propietarios de estos negocios.

A Verónica Calderón, que tiene 18 años al mando de la tortillería Bonanza, le parece injusto que la competencia se quiera aprovechar de las necesidades básicas de la ciudadanía, pues ella procura ofrecer la mejor calidad en su producto sin engañar a los clientes. 

Considerando el cambio de administración del Gobierno del Estado, comentó lo siguiente:

“Que se pongan las pilas, que vean por el pueblo realmente, porque nosotros como industriales de la masa y la tortilla no subimos el precio porque vayamos a ganar más, en realidad es para solventar los gastos que tenemos para poder seguir trabajando”, aclaró.

En 18.00, 15.00 y 13.00 pesos se vende dicho alimento al consumidor en distintas tortillerías de la ciudad.

“Nosotros procuramos tener tortilla calientita, higiene, buen servicio. A la una de la tarde prendemos la máquina, que es la hora de la comida, así ahorramos gas, pero ya es raro quien viene a comprar el kilo de tortilla, me piden a veces cinco pesos u ocho, que equivale aproximadamente al medio kilo” finalizó Verónica Calderón.