Hartos de Margarita y Felipe

Usted está aquí

Hartos de Margarita y Felipe

Resulta ofensivo que Felipe Calderón y Margarita Zavala crean que de nueva cuenta se pueden colar a Los Pinos como ya lo hicieron en dos ocasiones, una, de jóvenes escondidos en la cajuela de un carro, la otra, tras un escandaloso fraude electoral, porque en verdad nos insultan cuando dicen que ahora “Doña Mago” es una mujer dominante y que al llegar a la Presidencia, don Felipe, mansamente se convertirá en el primer consorte nacional del DIF, dedicado exclusivamente a la preparación de desayunos escolares mientras que su doña, sin su influencia, se avocará a regir los destinos de México.

Porque esa es la imagen que nos quieren endilgar los promotores y ahora defensores de la exprimera dama ante los supuestos ataques de Andrés Manuel López Obradorque, según dicen, insultó a Margarita al decir que era una extensión de su marido Felipe Calderón.

Por favor, que no salgan conque “El Peje” rebasó todo límite de lo que se puede tolerar en cuestión de bellaquería al grado de superar a los infantes de Carrión en sus ofensas a las hijas del Cid, tanto y más, que de inmediato salieron a manifestarse los camisas rosas de correas y estandartes del feminismo nacional chabacano contra “el malévolo” López.

Ahí tiene usted al presidente nacional del PAN, el retórico Ricardo Anaya, que presto salió a defender a Margot llamando “cobarde” a López Obrador, disimulando que él mismo, junto a Gustavo Madero, fueron los que le impidieron a dicha señora competir por la presidencia de su partido y su posterior acceso plurinominal a la Cámara de Diputados, un asunto más doloroso para la aspirante presidencialque toda la misoginia perenne de este País.

Y es que la discriminación hacia las mujeres es un tema recurrente en los partidos de derecha como el PAN, donde son misóginos por naturaleza, dado su fanatismo religioso, su apego al conservadurismo y a la tradición familiar donde el hombre es el “jefe del hogar” y la mujer es la clásica “ama de casa”.

Actitud manifiesta en Vicente Fox, el primer presidente panista, cuando calificó a las mujeres mexicanas como “lavadoras de dos patas” o del “Jefe Diego”, que se ha referido a las mujeres de su partido como “el viejerío”, ni que decir de Kiko Vega, el Gober panista de Baja California, para quien las mujeres sólo sirven para cuidar las pantuflas de los maridos, sin olvidar al exalcalde panista de Atizapán, Antonio Domínguez Zambrano, que sigue preso por mandar asesinar a la regidora de su propio partido, María de los Ángeles Tamez.

Lo cierto es que la jauría sobre AMLO no es debido a la supuesta agresión al género femenino sino que panistas y perredistas le tienen pavor electoral al de Macuspana, el cual, de nueva cuenta, ya los rebasa en las encuestas rumbo al 2018.

Finalmente, en el contexto de las criticas por la “brutal agresión” de AMLO contra Margarita, hay que decir que la más congruente y atinada ha sido la esposa de “El Peje”, Beatriz Gutiérrez Muller, que acotó serenamente el mitote diciendo; “Una mujer no debería apelar al género para defenderse y atacar a sus contrincantes. Sí buscamos equidad, hay que entrarle parejo”. Y sanseacabó.