Han Solo: El cínico al que todos aman

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Han Solo: El cínico al que todos aman

La escena todos la conocemos y es una de las más emblemáticas de “The Empire Strikes Back”: Han Solo será congelado vivo en carbonita y antes de marchar hacia su cruel destino le planta a Leia un apasionado beso de despedida. La princesa, temerosa de que su hombre muera, le confiesa por primera vez lo que ya todos sabíamos: que lo ama. ¿Y qué obtiene por respuesta? Un repentino, icónico, cuestionable y digno de análisis: “Lo sé”.

En aquel momento, estoy segura, mujeres de todas las edades que observaban en las salas de cine el segundo filme de la saga original, experimentaron un enamoramiento objetable. Si estuviéramos en los zapatos de Leia, ¿nos gustaría escuchar esa osada e innovadora declaración, o estaríamos suplicando inconscientemente un sencillo y aburrido “Yo también”, esa frase que nos dejaría una sensación de reciprocidad y no de duda perpetua?

Según esto, fue el propio Harrison Ford quien decidió salirse del guion e improvisar aquella respuesta. En entrevistas, Ford ha confesado que lo hizo porque le pareció “hermoso, aceptable y gracioso”. Pero, si nos gustó o no la expresión de Han Solo, algo es seguro: nadie dejó de amarlo después de aquella osada respuesta. 

El piloto del Halcón Milenario nos conquistó desde que lo conocimos en 1977. Han Solo era arrogante, pero ingenioso y con un gran sentido del humor casi siempre sarcástico. Vestía su chaleco negro, sus botas de cuero y su pistola colgando del cinturón. Sus muecas eran engreídas, pero encantadoras. Y esta clase de confianza desmedida, lo sabemos, inspira un deseo de posesión o de imitación. 

Han Solo se convirtió en el hombre que las mujeres adoraban. Porque, aceptémoslo, la tradición maldita indica que las mujeres deseamos al hombre difícil, al cínico, al que implique un reto. Al que podamos “cambiar”. Y en este contexto, Han Solo es el hombre indicado. Y a pesar de no ser el protagonista, los hombres desean imitarlo porque prefieren como modelo a los antihéroes, a los que terminan realizando proezas sin ajustarse a los cánones morales o sociales aceptados. 

EL BUENO, EL MALO... Y EL GUAPO
Los fans de Star Wars suelen inclinarse por Han Solo cuando se trata de elegir a uno de los hombres/héroes/galanes favoritos de la saga. Y es que al lado de Luke y Anakin Skywalker, Han es la elección más obvia. 

Luke Skywalker representa el arquetipo del héroe y como todos los elegidos, sufre las consecuencias de su condición. Mientras que Han siempre disfruta de la compañía de la princesa Leia y de su amigo wookiee, Luke responde al llamado de la Fuerza en solitario –bueno, al lado de Yoda, pero sigue sin ser lo mismo–. Además, Luke debe lidiar con la información que se le transmite repentinamente: ¡Darth Vader es su padre! Y este, un malvado genocida que no se tienta el corazón para destruir un planeta entero, también es capaz de rebanarle una mano en la disputa.

Y si comparamos al corelliano con Anakin Skywalker –uno de los personajes, dicho sea de paso, más odiado de la saga–, también encontraríamos mucho más atractivo al primero. El alumno de Obi-Wan es más parecido a Solo que el propio Luke, incluso. Ambos son arrogantes y aventureros, pero en el caso de Han, el amor le sonríe con extrema facilidad. Y Anakin, vencido por los miedos, las debilidades y los sentimientos negativos, finalmente termina firmando el pacto con el malévolo lado oscuro de la Fuerza.

‘HAN SHOT FIRST’
Han Solo, por otro lado, también tuvo una infancia difícil según relatan las “leyendas” o el universo expandido de Star Wars. De ahí su gestación como antihéroe. Quedó huérfano de pequeño y en la juventud comenzó su carrera delictiva como contrabandista y estafador. 

Su imagen de antihéroe, sin embargo, se vio cuestionada debido a la polémica que el propio Lucas generó al modificar la escena donde Solo mata al cazarrecompensas Greedo. En la escena original, Han dispara primero. En la escena modificada, Han responde al ataque de Greedo, quien falla el tiro a una cortísima distancia –una ridiculez, según los seguidores. 

Lucas declaró que decidieron alterar el resultado inicial para no representar a Solo como un asesino a sangre fría, sin embargo, los fans de la saga no quedaron conformes con el cambio. Finalmente, el propio Lucas ofreció ambas versiones, aunque siempre defendiendo que Solo es mucho más que un contrabandista desalmado que mata a sus enemigos sin tocarse el corazón. 

Sin embargo, quienes ven a Solo como un simple delincuente a quien nunca le alcanzarán las buenas acciones para obtener la redención, quizá sean las personas más cuerdas del planeta, o eso dirá la sicología. 

Para todos los demás, Han Solo es un arquetipo aceptable, un modelo a seguir. Olvidemos, por un instante, que las mujeres queremos ganárselo a Leia. Más bien, todos deseamos actuar como Han Solo con más frecuencia en nuestras vidas. Ser arrogantes de vez en cuando, aceptar que vamos detrás de las recompensas, divertirnos en los momentos de peligro y claro, escudarnos de los “te amo” con sendos “lo sé”.