El británico Lewis Hamilton arrebató hoy en el último suspiro al alemán Nico Rosberg la "pole position" del Gran Premio de Fórmula 1 de España, que promete ser mañana una nueva batalla entre los dos Mercedes.

La segunda línea de la parrilla de salida la ocuparán los Red Bull del australiano Daniel Ricciardo y del holandés Max Verstappen, que se colaron sorprendentemente por delante de los dos Ferrari.

Hamilton fue 0,280 segundos más rápido que su colega de escudería y logró la "pole" número 52 de su carrera, que le otorga el mejor lugar de partida para conquistar su primera victoria de la temporada.

Hasta ahora, el dominio de Rosberg los domingos ha sido abrumador, ya que se ha impuesto en los cuatro primeros Grandes Premios del año, lo que le da 43 puntos de ventaja sobre el británico al frente de la clasificación.

El campeón de los últimos dos años hizo su mejor crono en la última vuelta al Circuito de Cataluña, a las afueras de Barcelona, cuando paró el reloj en 1:22,00 minutos.

"Estoy muy, muy contento. En las últimas dos clasificaciones no había podido batir a Nico", dijo Hamilton, que logró su tercera "pole" del año después de mantener la cabeza fría pese a que su primer intento de vuelta rápida había sido un fiasco.

Rosberg parecía destinado a la "pole" tras hacer el mejor tiempo en los entrenamientos libres del viernes y ser también el más veloz en los 60 minutos de práctica de hoy, justo antes de la clasificación.

"Por supuesto que estoy decepcionado", admitió el alemán. "Soy segundo y quería ser primero".

Sin rastro de los problemas técnicos que frenaron a Hamilton en los últimos dos Grandes Premios, Rosberg necesitará mañana mostrar su mejor nivel si quiere enlazar su quinta victoria seguida en 2016 y la octava contando también la pasada temporada.

La mayor decepción de la jornada fueron los Ferrari, que prometían un rendimiento mayor tras lo mostrado el viernes pero quedaron relegados a la tercera línea, por detrás de los Red Bull.

El finlandés Kimi Räikkönen, tercero en la tabla de pilotos, partirá de la quinta posición, mientras que el alemán Sebastian Vettel, tetracampeón mundial, tendrá que conformarse con sexta plaza.

En vez de cazar a las "flechas de plata", los bólidos rojos tendrán que preocuparse ahora por la mejora de los coches de Ricciardo y Verstappen. El holandés, que hizo el cuarto mejor tiempo en la clasificación, necesita una buena actuación para justificar el polémico movimiento de su equipo la pasada semana.

El joven piloto de 18 años fue promovido por sorpresa a Red Bull desde el equipo filial de Toro Rosso, adonde a su vez fue degradado el ruso Daniil Kvyat.

El cambio de pilotos se anunció apenas unos días después del doble accidente del ruso en el Gran Premio de Sochi. Entonces, Kvyat golpeó dos veces por detrás el Ferrari de Vettel, al que dejó fuera de carrera en la primera vuelta de la carrera en Rusia.

Kvyat sólo pudo hoy ser décimotercero en la clasificación, muy por detrás de su compañero en Toro Rosso, el español Carlos Sainz, que partirá mañana de la octava posición de la grilla.

El también español Fernando Alonso, de McLaren, ocupará la décima plaza en la salida, justo por detrás del mexicano Sergio Pérez, de Force India.

Por su parte, el mexicano Esteban Gutiérrez partirá mañana del décimosexto lugar a bordo de su Haas.