Habían ido a la oficina de inmigración para comunicar que se habían inscrito a la Universidad. También, pidieron por enésima vez el permiso de residencia.

En vez de eso, en un tiempo demasiado breve, han sido expulsados de los Estados Unidos, enviados de Maryland a El Salvador.

Siendo protagonistas de aquello que su abogado ha definido como: “la deportación mas velóz de todos los tiempos”.

Son los hermanos Saravia, Lizandro de 19 años y Diego de 22, promesas del futbol del equipo local de Bethesda.

Los dos hermanos habían entrado ilegalmente en Estados Unidos en el 2009, para alcanzar a sus padres y a un hermano, que ya son ciudadanos americanos. Hasta ahora, habían podido evitar la expulsión, pero jamás habían obtenido la residencia.

El hecho de que los dos jóvenes no tuvieran precedentes criminales, evidentemente fue una solución para evitar la intervención de la autoridad. Al menos hasta el arribo de Donald Trump a la Casa Blanca.

El caso ha ocurrido en el día, en que el presidente, ha lanzado la propuesta de acabar con la migración ilegal dentro de diez años, reduciendo la reunión de las familias de ciudadanos americanos.

“Estos chicos no han hecho nada mal” declaró Heather Bradely, su maestra de inglés, “eran excelentes en todo”.

Loes esperan en su país de origen, dos tías y sus abuelos. Los padres están muy preocupados por la posible violencia que podrían encontrar. El Salvador de hecho, ha sido definída como la capital internacional de homicidios, en un estudio conducido en el 2016.

El equipo de futbol al cual pertenecían, el Bethesda Soccer Club, ha decidido recolectar un fondo para poder reportarlos a casa, en los Estados Unidos.

No será un reto fácil, porque una vez deportados, el proceso podría durar al menos diez años, ha declarádo el abogado.

Con información de Repubblica