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“Hacemos oración para que ya no llueva’
Zulema Montoya, una coahuilense que reside en Houston, relató a VANGUARDIA la situación de contingencia que se vive en aquella parte de Estados Unidos a consecuencia del huracán “Harvey”, donde, aseguró, “hacemos oración para que ya no llueva”.
Oriunda de Torreón, Zulema platicó que no esperaban que el huracán azotara tan fuerte y relató que siente tristeza de ver los caminos que acostumbraba a recorrer, ahora inundados, destruidos y con gente damnificada.
“Se me parte el corazón”, dijo la madre de un niño de 13 años y una niña de siete. Contó que su zona de residencia no es parte de las áreas inundadas pero eso no le ha impedido sufrir los estragos de una ciudad a la que le han cortado los accesos de comunicación.
“Mi esposo no ha ido a trabajar. Los niños iban a entrar el lunes a la escuela, ya estaban entusiasmados y se tuvieron que quedar agüitados en casa. Todo está cancelado. No salen porque está lloviendo mucho y muy fuerte, hace viento y como que trae el agua. Afortunadamente no se ha cortado la luz”, narró.
Recordó que cuando avisaron del fenómeno, la gente salió a comprar agua y comida. Después cerraron las tiendas y apenas algunas empiezan a abrir. “Se nos acabó y tuvimos que salir. Apenas el lunes abrió una y las filas son largas para conseguir lo que se quiere. Lo malo es que el agua se termina rápido”.
Zulema mencionó que antes vivía en Florida pero aseguró que nunca había vivido un huracán y sus consecuencias como “Harvey”. “Aquí dicen que se fue el huracán pero sigue lloviendo muy fuerte”.
Lamentable imágenes desde un dron, #HarveyStorm inundación en una zona exclusiva de hoteles en #Houston #Texas pic.twitter.com/fyNZRDYUYr
— AMAG (@AMAG_Global) 29 de agosto de 2017
Refirió que también han comenzado actos de rapiña, pues mucha gente está aprovechando que los coches fueron abandonados en las inundaciones para abrirlos y robar lo que se pueda. Lo mismo, dijo, está sucediendo en las casas.
Comentó que temen porque se rompan los diques, lo que pondría en peligro a más gente. Dijo que muchos amigos y familia sí tuvieron que evacuar porque el agua entró hasta las casas. “La gente se fue sin nada. Gracias a Dios estamos