MONTERREY.- Contra todos los pronósticos, Pachuca lo hizo: con 10 hombres y con un gol en el último minuto, los Tuzos lograron un heroico empate que le arrancó el título a Rayados en su propia casa.

Un cabezazo de Víctor Guzmán, al minuto 93’, provocó un derrumbe emocional masivo en un desbordante BBVA Bancomer que esperaba su primera celebración mayúscula y que parecía que nunca se escaparía.

Pachuca, que jugó el último cuarto de hora con un hombre menos por la expulsión de Aquivaldo Mosquera, hizo impensadamente la maldad y se convirtió en el nuevo monarca del futbol mexicano gracias a una productiva Liguilla en la que no conoció la derrota.

Los Tuzos, con el 1-1 de anoche, redondearon un 2-1 global, después del 1-0 que obtuvieron en el juego de ida. La sexta estrella de los hidalguenses llegó de la mano de la eficiencia. No fue casualidad. Sólo tres derrotas en 23 partidos es una foto de los méritos competitivos del equipo de Diego Alonso.

En un partido curiosamente que prácticamente no le correspondió, Pachuca llevó al Monterrey a un estado de impotencia y de infertilidad. Quizás haya sido un injusto premio para el cuadro de Antonio Mohamed, quien anotó un gol, desperdició un penal y desaprovechó una catarata de oportunidades que bien lo pudieron acercar más rápido al trono sin ese sufrimiento del final.

Pachuca la pasó, por momentos, mal, pero tuvo la fortaleza de no caerse y mucho menos después de la expulsión de Mosquera. Aquí fue cuando Rayados comenzó a creer que podía por default, pero descuidó los detalles mínimos, como el que si no resolvía podía quedar al límite y expuesto a todo. Y así pasó en ese fatídico minuto 93’.

Rayados había hecho mucho para cosechar poco en un partido en el que no pudo definir. Su gatillo se activó de la mano de Edwin Cardona, Rogelio Funes Mori, Walter Ayoví y Dorlan Pabón, pero se toparon con los reflejos del veterano Óscar Pérez, un catedrático de la portería, que le ahogó varias veces el grito al equipo albiazul.

Rayados se puso en ventaja con el recurso de media distancia a través de Pabón al 39’, después de que su compatriota Cardona fallara un penalti.

Rayados siempre dio la sensación de que era más. Y cuando lo debió confirmar, con ese hombre demás, no supo ni pudo. Fracasó en sus intentos y en la última acción del juego, cuando todo se encaminaba a la prolongación, apareció Guzmán por detrás de Edgar Castillo para sentenciar a Jonathan Orozco.

Fue el grito mudo del Pachuca. Nadie lo escuchó en un estadio que, sin escalas, pasó de la ilusión a la frustración. De la celebración anticipada a un tsunami de lágrimas.

Pachuca lo hizo otra vez en canchas regias. Es su tercer título que arrebata en Monterrey, los dos anteriores frente a Tigres.

La figura

El mejor jugador del partido no fue el que lo definió con goles, pero sí el que mantuvo a Pachuca en toda la eliminatoria. Óscar Pérez fue el mejor jugador del partido en la Final en la que Pachuca consiguió un agónico empate que le entregó su sexta corona del futbol mexicano.

Fueron más de 5 atajadas de gol las que “El Conejo” realizó para evitar que su cabaña cayera más de una vez y de esa forma conseguir el segundo título de Liga en su carrera, con 43 años de edad, después de que en el Invierno 97 sumó el primero con Cruz Azul.

Global: 2-1 PAC

Gol x gol
1-0, Dorlan Pabón (39’)
1-1, Víctor Guzman (90’+3’)

Frente a frente

MTY Estadística PAC
25 Tiros 7
8 Tiros a gol 1
18 Faltas 12
2 Tarjetas Amarillas 1
0 Tarjetas Rojas 1
5 Fuera de Lugar 2
5 Tiros de Esquina 5
0 Salvadas 7
60% Posesión 40%