Guillermo Arriaga: ‘Que Trump se dé una vuelta por Allende’

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Guillermo Arriaga: ‘Que Trump se dé una vuelta por Allende’

El cineasta mexicano, quien ofrecerá un taller en Saltillo, habló en exclusiva sobre su amor por Coahuila, la cacería, su nuevo libro, sus películas, el cómo descubrió a Jennifer Lawrence y además reta a Trump a constatar la barbarie que en estas tierras desató el crimen organizado

Guillermo Arriaga apenas tenía 10 años cuando subía a un escenario ficticio y con una botella de Coca Cola en la mano agradecía los premios imaginarios que recibía. El envase tomaba la forma de un Oscar, la Palma de Oro de Cannes y hasta el Nobel de Literatura. Cursaba quinto año de primaria, tenía problemas de aprendizaje y le habían diagnosticado déficit de atención, pero ese niño tímido que escribía historias, tenía claro a donde quería llegar.

Ese pequeño que creció en la Unidad Modelo en la Ciudad de México y que parecía que tenía todo en contra, hoy, a sus 59 años, puede presumir que esos premios imaginarios se convirtieron, a punta de disciplina y talento, en una realidad: su película “Amores Perros” con la que obtuvo una nominación al Oscar como Mejor Película Extranjera, además ganó el premio de la crítica en Cannes y repitió en este festival, pues con “Los Tres Entierros de Melquiades Estrada” ganó la Palma de Oro por mejor guion. Ese día subió a recibir el premio con una bandera de México. Por “Babel” fue nominado al Oscar como Mejor Guion Original, la cinta ganó un Globo de Oro y por si fuera poco, su novela “El Salvaje” acaba de obtener el Premio Mazatlán de Literatura.

Aquel infante que soñaba que sus historias conmovían, estrujaban y ganaban premios, regresa a Saltillo para impartir un taller de escritura y dirección cinematográfica en la Universidad Iberoamericana. Su visita no es extraña en estas tierras, pues tiene una relación de amor con Coahuila; aquí tiene grandes amigos, además filmó su cortometraje “El Pozo” y como nadie, ha peinado el desierto para disfrutar una de sus pasiones: la cacería.

Pocos lo saben, pero su primer novela “A Cielo Abierto”, la que originalmente sería la primera de la trilogía que arrancó con “Amores Perros”, está ubicada en nuestro estado. Además está adaptando al cine su novela “Escuadrón Guillotina”, la cual ambientará en Torreón. Hoy vuelve a esta ciudad porque dice, con toda seguridad, que tiene confianza en el talento local.

Guillermo está al teléfono, y antes de cualquier pregunta, no puede evitar hablar del enorme cariño por esta tierra a la que recientemente vino a presumir su última criatura literaria a la Feria del Libro: “Tenía muchas ganas de presentar en Saltillo mi nueva novela, sobre todo porque en ella aparece como personaje Sergio Avilés, un saltillense que quiero mucho, pero además Saltillo y Piedras Negras están en ‘El Salvaje’. Sin duda, la novela es una forma de agradecer a Coahuila, con este lugar tengo una profunda relación, ha sido fundamental para mí. Además tengo muy buenos amigos en la región y cada vez me siento más cerca de los coahuilenses”.

El cineasta lleva una entrañable amistad con el Saltillense Sergio Avilés, a quien incluso convirtió en un personaje de su novela 'El Salvaje'.

Muchos lo llaman guionista, pero Guillermo se considera más un contador de historias, un escritor. Su nueva novela, que asegura está “basada en hechos reales que nunca sucedieron”, tardó 5 años en escribirla y las 700 páginas que contiene dan fe de eso. En la novela, Guillermo vuelve a su infancia a la Unidad Modelo muy cerca de Iztapalapa en la Ciudad de México. Y cuando uno se entera que salió de un lugar en donde la violencia se respira en las calles, la pregunta está en el aire, ¿en qué momento ese niño se decidió por los libros y la escritura? Arriaga lo tiene claro, los culpables son sus padres: “El mérito es de mis padres Carlos y Amelia que aún viven. Ellos son muy cultos, tienen un profundo amor a los libros, son grandes lectores. Ellos provocaron en nosotros esa vinculación con la cultura y la naturaleza, mi casa estaba llena de libros, los cuales mi papá comenzó a adquirir desde los 15 años. Estoy en deuda con ellos”.


La violencia y la muerte, uno de los ejes centrales de sus obras, no podía estar fuera de su nuevo libro, pero también esa parte placentera y amorosa que también se cuela y crece en ese barrio bravo en donde asegura tenía que pelear todos los días. Y quien crea que exagera, basta decir que a los diez años un puñetazo lo dejó sin el sentido del olfato: “Yo salí del barrio pero el barrio no salió de mí. Le tengo mucho cariño a la Unidad Modelo, siento que soy de ahí, es como pertenecer a un pueblo.  Yo soy de ese barrio y me gustó mucho haberlo descrito y volver a él, a sus azoteas a sus laberintos”.


Y esa vuelta a la infancia, lo ha sacado de su hábitat (los festivales de cine) y lo han llevado de gira por reconocidas ferias del libro. La algarabía entorno a su obra no es para menos, pues según Paco Ignacio Taibo, es una de las mejores novelas del año. Por ella le otorgaron el Premio Mazatlán de Literatura y para alguien enamorado de las letras no es cualquier cosa, pues lo han gando grandes plumas nacionales: “Me siento muy orgulloso, imagínate, lo han ganado Octavio Paz, Juan Villoro, Fernando del Paso, Elena Poniatowska y José Gorostiza. Me siento feliz de formar parte de ese grupo de enormes talentos y pues me da gusto ganar premios. Mi obra anterior fue traducida a 18 idiomas, pero al paso que va ‘El Salvaje’ seguramente será traducida a 35 o 40 idiomas”.


Cuando se le cuestiona si le gustaría llevarla al cine, se muestra esquivo: “Está pensada como novela, fue un ejercicio en el que trabajé muchísimo el lenguaje para que la gente se involucrara con él, para que fuera fluido, fuerte y preciso, para que las palabras salieran de la página y mordiera al lector. Yo soy un escritor que elige diferentes medios para contar esas historias, ya sea cuento, novela o película. La historia de ‘Amores Perros’ tardé tres años y medio en escribirla, lo que hago es literatura en todos los sentidos”.
 

Su amor por la palabra es evidente, pues en la filigrana de sus historias se asoman, más allá de sus cineastas de cabecera, los nombres de grandes escritores. En sus talleres y charlas es común que salgan en retahíla esas plumas que lo han influenciado: “Kurosawa decía ‘si quieren aprender a escribir cine lean las novelas del siglo 19’. Yo agregaría que lean a los clásicos, a la dramaturgia clásica griega y que lean por ejemplo a Shakespeare, García Márquez, William Faulkner y Juan Rulfo, de entrada son ejemplos, en segunda son referencias por el manejo del lenguaje, las historias y la manera en que las construyen y hasta organizan la sintaxis, y por eso los considero tan importantes”.

Con esas influencias no resultan extrañas sus historias entrecruzadas, sus saltos en el tiempo y personajes al límite que están cazando o están siendo cazandos. Y fue justo la cacería lo que lo trae continuamente a estas tierras y ha logrado que el escritor tenga una relación de amor con Coahuila: “No tengo idea de donde salió ese amor, los tres hermanos cazamos y estamos vinculados con la naturaleza. Y aunque pueda parecer una paradoja, la cacería es parte del amor a la naturaleza. A mí me duele cuando dicen, ‘caza por diversión’ y no, se caza porque es uno de los ritos más antiguos, el cual te da un sentido de pertenencia y te permite entender que eres parte de esa naturaleza. Además cazo con arco y flecha, para eso se requiere ser paciente, observador, integrarte con el entorno y eso te absorbe. No hay manera de que eso no quede trasladado a mis obras. La polémica la hace gente que no ha ido a cazar. Cuando invito a gente a cazar, les cambia la perspectiva radicalmente”.

Y fue también gracias a la cacería, que el escritor se topó en nuestra región de frente con la violencia, esa que forma parte del ADN de sus historias y aunque en esta época se censura al arte que “hace apología de la violencia”, ésta ha servido al cineasta de inspiración para mostrar los resortes más oscuros del ser humano y también es algo que lo indigna, es una espina que, como buen mexicano, lo lastima: “He visto mucha violencia en el país y obviamente en Coahuila y esto habla de tres necesidades importantes: La de legalizar la droga, que sería la primera solución. Que de verdad alguien se dedique a combatir la impunidad y la corrupción, que son las dos grandes ponzoñas de este país y tres, que no hagan más campañas para combatir la pobreza, sino para redistribuir el ingreso, porque no puede haber esta acumulación tan salvaje del capital, donde unos cuantos mexicanos poseen el 50 por ciento de la riqueza. Cuando hice casting en Coahuila para mi cortometraje ‘El Pozo’, me metí a lugares recónditos y me topé de frente con esa desigualdad y fue muy triste”.
 

Arriaga filmó en Coahuila su cortometraje "El Pozo", el cual incluyó a habitantes de la región como actores. El corto fue ovacionado en el Festival de Venecia.


Pocos lo saben, pero ese mismo hombre que vino a hacer casting por las rancherías de Coahuila para buscar entre la gente del lugar a posibles actores para su cortometraje ‘El Pozo’, hizo lo propio en Estados Unidos cuando buscaba una actriz para su filme “The Burning Plain” y se topó de frente y le dio su primera oportunidad a la mundialmente famosa Jennifer Lawrence: “Tuve la fortuna de trabajar con una gran directora de casting, quien me mandó un DVD y entre ellas venían 6 niñas y la mejor era ella. Cuando la vi dije ‘qué bruto, qué es esto, me quedo con ella, está bárbara’. Y ese primer día la escogí, incluso la propia Charlize Theron me dijo ‘espérate, no te apresures, por qué la eliges así, te falta ver más gente’. Cuando terminamos de filmar yo le mandé una carta a Jennifer diciéndole que se preparara para ser muy famosa, que iba a ganar Oscares porque tenía un gran talento. Lo que vi en ella inmediatamente fue el talento y que tiene un gran gusto, un gran sentido del tiempo, no abarata sus sentimientos, dice todo sin mover la cara, es muy contenida, es lo más bestial que he visto en talento en mi vida”.

En esa época, cuando Arriaga filmó en Estados Unidos la vorágine de Trump aún estaba en el clóset, pero para el cineasta que ha retratado lo crudeza y el drama de la inmigración, son preocupantes las posturas radicales del presidente gringo. “He ido muy poco a Estados Unidos y las veces que he ido crucé por carro, justo me fui por Piedras Negras. Pero mis amigos americanos me siguen tratando con mucho respeto, están preocupados porque quieren a México profundamente. Trump hace mucho énfasis en los ‘bad hombres’, pero qué hay de los ‘bad hombres’ que nos venden armas y que pagan nuestras drogas. Él dice que México no ha hecho lo suficiente, pero, cómo qué no hemos hecho los suficiente, ¿qué hay de toda la sangre que hemos derramado? Los más de cien mil muertos por el narco, que se dé una vuelta por Allende para que vea todos los muertos que esto ha dejado... es duro, no se puede decir que México no ha hecho nada si hemos puesto los muertos”.
 


Ahora, en tiempos un poco menos aciagos para estas tierras, lo que Arriaga nunca pierde de vista es la posibilidad de volver a filmar en Coahuila, pero ahora de la mano de sus hijos para filmar la película que dio pie a su premiada trilogía fílmica: “Quiero volver a filmar, pero ahora con mis hijos, quienes se van a estrenar como cineastas con el filme ‘A Cielo Abierto’, la que fue mi primer novela y que está ambientado allá en su tierra. Vendí los derechos por 15 años y ahora los recuperé y a Santiago y Mariana ya los contagié de mi amor por Coahuila y regresaremos en familia”.

¿Cómo será el taller en saltillo?
Lo que yo puedo hacer es dar consejos de lo que a mí me ha servido y de lo que he inventado y me ha funcionado. Eso es lo que voy a hacer. Es como decir ‘yo ya subí una montaña y me fui imposible subirla por aquí, mejor dale la vuelta’, eso voy a hacer, porque es imposible darles mundo interior a un escritor, que es realmente con lo qué se escribe, pero les daré veredas y caminos para que las historias que hagan las hagan con más certeza y más confianza”.

Curso de Escritura y Dirección Cinematográfica, con Guillermo Arriaga
30 de junio y 1º de julio
Ibero Saltillo Informes  Tel: (55) 37 36 18 49 wtsp: 55 16 96 74 95