Con intención de acaparar la atención de los clientes, durante el Buen Fin, decenas de negocios en la zona comercial del Centro obstruyen las calles con maniquíes, bocinas, mercancía y publicidad.

Esto provoca que cada vez haya menos espacio para los transeúntes, quienes bajan de las banquetas para continuar su paso, rodean las mesas con productos que ofertan algunos negocios o caminan ceerca de los vehículos. 

Es durante el transcurso de la mañana y tarde que los comercios inician una “guerra de promociones”, con vendedores afuera convenciendo a los clientes, música, animadores con micrófono y botargas.

Pese a que el Reglamento de Comercio Municipal impide colocar publicidad en las calles del primer cuadro de la ciudad que pueda afectar su imagen, durante el Buen Fin esta norma no se respeta y pasa inadvertida  para las autoridades al no aplicar las sanciones correspondientes.