Guadiana y Flores, responsables

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Guadiana y Flores, responsables

El viernes pasado fue el colmo del acabose. El suscrito, con muchas dificultades de la tercera edad, pudo llegar hasta el centro de vacunación en ese campus tan lejano de la UAdeC en Arteaga, eran poco antes de las cuatro de la tarde y el “siervo de la nación”, uno de los adocenados de AMLO, de Guadiana y del panista Reyes Flores, le espetó a este columnista y a muchos otros adultos mayores que ya no había vacunas y que fuéramos a cualquiera de las clínicas sabrá diablos dónde, en vez de mandar a un “siervo” a traer los frasquitos y aplicarlas a los adultos aunque hubiéramos tenido que esperar.

Malditos “siervos” inútiles de esta sufrida nación. Los impreco porque hasta hace poco eran recalcitrantes panistas como Reyes Flores Hurtado, y ahora resulta que son morenistas de “izquierda”, la más vil e inmunda de las izquierdas desde RAT, los chuchos que antes eran perros de Rafael Aguilar Talamantes y que Gobernación usaba para atacar a la verdadera izquierda, como la Heberto Castillo que era un auténtico luchador social, como Valentín Campa o Demetrio Vallejo, tan lejanos del PAN.

Salir de la UAdeC y tomar la autopista para luego dar vuelta en “U” y regresar a Saltillo en contra de los bocinazos de los traileros nos hizo renegar de la enajenante “cuarta transformación”.

Y no es por la pérdida de la segunda dosis de esa vacuna, sino por todo el cúmulo de errores, disparates, el hartazgo de las mañaneras, el desplome económico, el estúpido entusiasmo ante la aplastante inseguridad, los 100 homicidios que a diario se cometen, el desbordado armamentismo, el miedo cobarde para el uso de la violencia legítima, el Estado fallido en amplias regiones a nivel nacional, el ser burlado por Cabeza de Vaca, la actual violencia electoral nunca vista en este País desde la matanza de 1930 en Topilejo y, lo que es peor para nosotros los coahuilenses, la actual tragedia de los mineros atrapados en una galería de carbón en Múzquiz, muy cerca de la tierra natal de Armando Guadiana Tijerina, el mesías del carbón de la cuarta transformación en Coahuila, legado del mesías tropical a cambio de dinero del empresario minero que ahora se le ha antojado “gobernar” Saltillo.

Y no pretendemos culpar a Guadiana de la tragedia minera que de nuevo tiende su manto de luto en la región carbonífera. Pero al gobierno de la 4T que se ha propuesto rescatar a los mineros atrapados en Pasta de Conchos ahora, por falta de supervisión, provoca de nuevo otra tragedia cuyo resultado aún desconocemos.

Pero es cierto, los mesiánicos representantes de la 4T en Coahuila están en los comicios. Reyes Flores, que es el superdelegado federal tiene responsabilidad porque de él dependen los inspectores que vigilan la seguridad en las minas. Y como Guadiana impuso a Reyes también alcanza culpabilidad.

En Topilejo los políticos muertos fueron causa del terror de Estado. Peor aún, los muertos electorales de hoy son terror de un narcoestado. Pasta de Conchos fue una negligencia panista. La tragedia minera de hoy es responsabilidad de un superdelegado panista impuesto por Armando Guadiana en la 4T en Coahuila, ambos pendientes hoy del resultado en las urnas, sin importarles el angustioso rescate de los mineros de Múzquiz. La sangre y el carbón son la amalgama misma del explotador.