Río de Janeiro.- Una veintena de militantes de Greenpeace se manifestó hoy frente a la sede de la petrolera francesa Total en Río de Janeiro para protestar contra los planos de la empresa de explorar crudo en la desembocadura del río Amazonas, lo que podría causar un grave impacto en la barrera de coral.

En el acto, realizado en el centro de Río de Janeiro, una veintena de manifestantes desplegó una gran pancarta negra en la que se podía leer en letras blancas "TOTAL, quédate lejos de los corales de la Amazonía".

Greenpeace utilizó también un dron para situarlo delante de la edificación de la petrolera con la inscripción "trabajadores, no dejen que su empresa destruya los corales de la Amazonía".

Dos activistas fueron "bañados" con petróleo mientras cargaron carteles, en portugués, inglés y francés, alertando de los peligros medioambientales que suponen la exploración de crudo en la desembocadura del Amazonas.

"Vinimos aquí, delante de la sede de Total, para exigir nuevamente a la empresa que abandone los planes de explorar petróleo en la cuenca de la desembocadura del río Amazonas, cerca de los corales, que son un bioma único recién revelado a la humanidad, y que están amenazados en caso de derrame de petróleo", explicó a Efe Tiago Almeida, especialista en energía de Greenpeace Brasil.

Almeida recordó que el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama) "rechazó en agosto la última versión del estudio ambiental presentado por Total y le dio un ultimátum" porque el informe presenta numerosos fallos e inconsistencias".

El activista recordó que "el estudio de la propia Total muestra que hay un riesgo del 30 % de que afecte a los corales y también un 72 % de posibilidades, en el peor de los casos, de que el petróleo alcance la costa de Trinidad y Tobago y otros países".

"Estamos hablando de una región altamente sensible desde el punto de vista socio-ambiental, de una región que también alberga comunidades tradicionales, indígenas, quilombos, pescadores que dependen del océano, de la costa y de la salud de los mares para sobrevivir", agregó el representante de Greenpeace.

Según él, la ONG está hablando "directamente" con la empresa desde comienzo del año "para exponer nuestras exigencias".

Almeida recordó las dificultades que supone la exploración de petróleo en la región Amazónica.

"Estamos hablando de una región que técnicamente es muy difícil de explorar, hay muchas corrientes y muy fuertes, no solamente la norte brasileña y toda la agua turbia de la desembocadura del Amazonas en el océano, es una región muy difícil de explorar", comentó.

Según él, "ya fueron 95 intentos de exploración en el área y ninguna encontró reservas de petróleo o gas viable, y en 27 casos tuvieron que abandonar por accidentes mecánicos, como sucedió con Petrobras en 2011, la última vez que ocurrió".

El polémico proyecto de exploración de petróleo en la desembocadura del Amazonas lo lidera Total en asociación con la británica BP y la brasileña Petrobras, y pone en riesgo un arrecife de coral descubierto en 2016 delante de la desembocadura del río Amazonas en el océano Atlántico.

Total rechaza que la exploración ponga en peligro el arrecife y asegura que el pozo en cuestión está a 28 kilómetros del coral.