Golpeamos las finanzas del 'cártel' de Sinaloa: Osorio Chong

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Golpeamos las finanzas del 'cártel' de Sinaloa: Osorio Chong

Foto: Cuartoscuro
La recaptura de El Chapo no fue casualidad, asegura. Además dibuja un nuevo mapa del crimen organizado

El cártel de Sinaloa es totalmente otro desde que el gobierno aprehendió por primera vez a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, y comenzó a golpear sus estructuras financiero-logísticas. La prueba, dice el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, es que la primera vez nos tardamos 13 meses (en detenerlo), y ahora nos tardamos menos, porque su red de protección también había disminuido.

Lo que dibuja Osorio Chong es un nuevo escenario del crimen organizado. En Michoacán, por ejemplo, ya sólo hay grupos pequeños; se está desarticulando al cártel Jalisco Nueva generación y Los Zetas están pulverizados.

Sobre la probable extradición de El Chapo, el titular de la Segob asegura que el gobierno no tiene problema con la idea de que señale complicidades en las esferas políticas: Si señala a alguien, que lo señale, seguramente no será de este gobierno, y si lo hace no tendrá con qué comprobar, porque hemos demostrado que hemos aplicado la ley, que lo hemos detenido en dos ocasiones.

El ex gobernador de Hidalgo niega que la catarata de filtraciones que siguió a la tercera captura de El Chapo sea obra del gobierno y atribuye la vapuleada credibilidad de esta administración a los nuevos modelos de comunicación a los que dio lugar el Internet.

Osorio Chong habla en extenso de la captura de Guzmán Loera y sus secuelas. Rechaza que hubiese triunfalismo del lado oficial y asegura que la aprehensión no fue ninguna casualidad (los alimentos que ingresaron a la casa donde se escondía fueron la confirmación de su presencia), sino resultado de un minucioso trabajo de inteligencia.

En los próximos días, informa, la Procuraduría General de la República presentará información sobre los inmuebles y empresas de El Chapo, para probar que sí se ha trastocado su actividad financiera y logística.

Aunque rechaza que la vanidad cinematográfica de Guzmán Loera haya sido un factor esencial en su captura, asegura que la PGR indagará si la actriz Kate del Castillo tiene alguna responsabilidad legal, independientemente de que en la sociedad no cayó bien que ella estuviera tratando con alguien que ha lastimado a muchas familias.

¿El 2018 está en el horizonte?, se le pregunta.

A un político, dice, le hace mal estar pensando en una siguiente responsabilidad.

¿Por qué las filtraciones de información que debería estar en el expediente judicial?

–Hemos dado toda la información a la mano para evitar lo que algunos quisieron poner en duda: primero de si era o no era (El Chapo); segundo, cómo se hizo el operativo; tercero, si había sido una casualidad. Ninguna tiene sentido ni argumentos sólidos.

“La filtración de las conversaciones, que por supuesto irán al expediente y a la averiguación, no es una línea del gobierno. Lo que ha venido dándose a otros medios, a las televisoras, sí, por supuesto. Los más preocupados somos nosotros en que no se desvíen datos que puedan lastimar el debido proceso y demos pretextos al delincuente o sus abogados.

En unas cosas hemos sido abiertos y claramente quien ha dado la información es el gobierno. En otras ha habido filtraciones que se están averiguando y que por supuesto vamos a saber y a señalar quienes las hicieron.

¿Hay algo de lo filtrado que pudiera afectar el proceso?

–No. Creo que se ha cuidado mucho. Yo soy muy cuidadoso respecto de la apología del delito. Desde que llegamos al gobierno me opuse a lo que se hacía en la otra administración, presentarlos y hacer un show. Nosotros los presentamos para que lo vean todo e inmediatamente después se va a El Altiplano.

Si habla ahora de desmantelar las capacidades financiero-logísticas del cártel de Sinaloa. ¿No se hizo luego de las dos capturas anteriores?

–Lo que va a presentar la PGR en unos días no se podría haber hecho de la noche a la mañana, es algo que se siguió haciendo cuando estuvo en la cárcel. Inmediatamente conocimos propiedades, empresas, su actividad logísticas y sus nexos con otros delincuentes. No porque ahora lo detuvimos lo vamos a hacer, no. Lo verán y se darán cuenta de que se ha tocado una cantidad importante de inmuebles, de empresas, de que sí se ha trastocado sus actividades financiera y logística. Ese cártel es otro, totalmente. Tan es así que la primera vez nos tardamos 13 meses (en detenerlo), y ahora nos tardamos menos, porque su red de protección también había disminuido.

Una señora de Apatzingán le dijo a Alfredo Castillo que esperaba que no hubiese sólo un cambio de diablo. Por lo que vemos en Michoacán parece que ahora hay muchos diablillos. ¿No es la hora de replantear toda la estrategia?

–No. A veces no se ha tenido la capacidad de informar adecuadamente. En Michoacán, el descabezamiento los ha disminuido (a los templarios): ahora son otros y dedicados a otras cosas. No eran los que tenían cooptadas a las autoridades, que se dedicaban ya a manejar empresas, hoy no. Todo ha cambiado en Michoacán. Podemos todavía enfrentarnos a unos u otros delincuentes, pero no tiene nada que ver con lo que existió.

O sea ya no hay quien controle el hierro, la madera…

–No, todavía tenemos algunas cosas que ver, sobre todo en minería, no puedo decir que ya esté solucionado, pero las cosas son completamente diferentes. Lo que sí es cierto es que hay un cártel que ganó de la operación en Michoacán, el cártel de Jalisco Nueva generación, cuya operación estamos desmantelando. Y en Tamaulipas y Veracruz hemos detenido también a los más importantes, y con eso su operación es completamente diferente. No digo que dejan de existir, sólo que se mina la libertad para el trasiego de droga y muchas otras actividades.

Foto: La Jornada

Estudios serios demuestran que a la caída de una cabeza sigue más violencia.

–Sé lo que se dice, pero también puedo tener argumentos completos y sólidos para decirles que ya ninguna de estas organizaciones… Los famosos Zetas están no solamente descabezados, sino diría hasta pulverizados, ya no tienen presencia en zonas que dominaban hace sólo tres años. Su operación ahora es mínima y ya ni siquiera se ve un liderazgo importante. Es decir, sí estamos avanzando. Se captura a los más importantes, a los más violentos, a los que generaban muchas pérdidas de vidas, y eso se nota en las estadísticas. Contrario a lo que dicen, que solamente estamos descabezando y están saliendo más y más grupos, aunque sean pequeños.

Guerrero: 65 muertos en los primeros días del año. Secuestros, asesinatos, Acapulco en el top ten de las ciudades más violentas del mundo. Todo, con más de un año de avasalladora presencia federal.

–Como estado es una de las asignaturas pendientes. En Guerrero encontramos otro tipo de problemas, que se generaron por 15 años que se dejaron pasar. Tenemos que ir viendo zona por zona del estado. Sí creo que hay que observar que las cifras son totalmente diferentes, sin embargo, Acapulco todavía está en ese top, pero región por región hemos venido solucionando la problemática.

Hubo un repunte en la cifra de homicidios.

–¿A nivel nacional? Sí, mínimo, pero al fin repunte. Que nos va a hacer llegar al mismo porcentaje del año pasado, o sea, ya no seguimos bajando. Por eso digo al Poder Legislativo, ayúdennos, porque sí necesitamos que haya policías estatales que ayuden aún más a bajar los índices delictivos. Nosotros ya los bajamos de una manera significativa, pero si no hay instituciones en los municipios, pues tampoco tiene la capacidad el gobierno de la República para hacer presencia municipio por municipio.

Cuando un hijo reprueba una materia nadie, ni él mismo, espera ser felicitado cuando la aprueba. ¿No pecaron de triunfalismo en la recaptura?

–Era una afrenta contra el Estado mexicano. Y creo que así como se nos señaló, justamente, por la fuga, creo que minímamente teníamos que presentarlo de la misma manera. Cuando se fugó dijeron que iba a repuntar la violencia, que se iba a hacer más poderoso el cártel, y ahora que lo capturamos dicen que no va a cambiar nada. Yo les digo, todo lo contrario. Cuando se fugó, no subió la violencia, me refiero particularmente a esta zona, y ahora que lo detuvimos por supuesto que vamos a terminar de minar a este cártel.

De la entrevista de Sean Penn, rescato la frase de Guzmán Loera: El día que yo no exista no va a mermar lo que es nada el tráfico de drogas. ¿Cambiará algo, disminuirá la violencia, cambiará algo en el trasiego?

–Es impresionante lo que hemos reducido la violencia. Nos dejamos de acordar de colonias y bulevares donde había enfrentamientos cotidianos. ¿En cuántos estados quiere que le comente? ¿En 15? Ha disminuido de una manera importante. ¿Y sabe quiénes eran las personas que entraban en esas listas de homicidios dolosos vinculados con la delincuencia organizada? Civiles. Hoy se ha disminuido de una manera muy importante.

Una versión que corre, por ejemplo en la página de los veteranos de inteligencia de EU (SOFREP) es que no iban por El Chapo, sino por su jefe de sicarios.

–No, por supuesto que no. No hubiéramos irrumpido como lo hicimos en esa casa y no hubiéramos puesto, como se hizo, policías en las salidas del drenaje desde antes si no hubiéramos considerado que El Chapo estaba ahí.

“Conocíamos perfectamente la construcción y cómo se habían conectado al drenaje, que tenía muchas salidas. Sabíamos que ahí estaba. Fue creciendo la posibilidad, por muchas características que teníamos en la información, hasta de la alimentación, con eso acabamos de confirmar que él estaba ahí.

Sé dice que íbamos por el otro, no, íbamos por el capo y nos encontramos al otro. Es totalmente al revés.

Ya van sobre lo financiero-logístico. ¿Y las redes de complicidad con policías, políticos y militares, que le permitió operar tantos años y fugarse?

–Todo se le pregunta a este criminal, y todo quedará en actas. Si hay señalamientos sobre involucramiento de cuerpos de seguridad, de políticos o de quien sea, por supuesto que lo daremos a conocer. Ni en la ocasión pasada ni en esta ha hecho algún señalamiento al respecto. No ha dado a conocer ningún vínculo. Lo que sí nos ha dado a conocer es quiénes eran parte de su grupo delictivo, y eso lo hemos ocupado muy bien.

En el tema de la extradición parece que el gobierno está como el cohetero: mal si lo hace y mal si no lo hace.

–Si lo hace es debilidad, si no lo hace es un error. En las llamadas cotidianas que sostenemos con funcionarios de Estados Unidos –conmigo (Jeh) Johnson, por ejemplo–, no aparece el tema como prioritario, por aquello que comentan de que si hay o no presión. Ellos saben que hay un proceso de una juez, que se inició ya hace muchísimo tiempo. Vamos a tener información importante para resolver lo que este criminal hacía en nuestro país. Lo han pedido y, si pasa el proceso legal correspondiente, no tenemos ningún inconveniente.

Cuando dicen que si se va puede revelar algunas complicidades, este gobierno no tiene problema: si señala a alguien, que lo señale, seguramente no será de este gobierno, y si lo hace no tendrá con qué comprobar, porque hemos demostrado que aplicamos la ley, que lo hemos detenido en dos ocasiones y vamos a evitar obviamente su fuga.

¿Continúa la investigación sobre la fuga? Están presos funcionarios menores, ¿hasta ahí va a llegar?

–Son los que tuvieron que ver y tuvieron algún grado de responsabilidad, de participación o de omisión. Son los que tiene detenidos la procuraduría. No tenemos por qué detener a quien no tuvo nada que ver, no estamos generando chivos expiatorios.

Usted da muy buenos números. Pero no se expresan en la credibilidad del gobierno. Algunas encuestas recientes, tras la captura, revelan que tres de cada cuatro mexicanos no tienen buena opinión de este gobierno, y una proporción similar piensa que el gobierno no tiene control de lo que sucede en el país. ¿Cómo explica esta percepción ciudadana?

–Creo que es un tema de percepción, derivado de un problema de los nuevos modelos de comunicación. Si asesinas a alguien en una comunidad en Yucatán, se enteran en Baja California gracias a las redes, y creo que entonces se genera esa percepción negativa. Pero si nos ponemos a observar mi tema (seguridad), verán que los índices están mucho más bajos.

Tenemos que seguir trabajando con mucha humildad, para entregar mejores resultados y también ver el tema de comunicación, porque creo que eso ha sido muy complejo poderlo explicar a la sociedad.

Foto: La Jornada

¿Qué le parece la especie de que a El Chapo lo vencieron sus afanes cinematográficos?

–No estoy de acuerdo. Qué fácil sería entonces detener a todos los delincuentes. Creo que se sintió cómodo en la zona donde siempre había estado, pero hay sistemas de inteligencia que hoy pudieron actuar de mejor manera. Nunca se le perdió la pista, se reconstruyó todo su recorrido desde que abandonó la cárcel. Hay que reconocer a nuestras instituciones. Decir que le ganó la vanidad no corresponde al trabajo de investigación que se hizo.

¿De dónde sale el linchamiento mediático contra Kate del Castillo?

–De una participación que para muchos no es correcta ni conveniente. Yo no lo califico, simplemente la procuraduría habrá de ver si hay una violación de la ley, pero creo que en la sociedad no cayó bien que ella estuviera tratando con alguien que ha lastimado a muchas familias.

Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán…

Misión cumplida, la expresión usada por el Presidente para referirse a la captura, ya hasta fue usada por la Policía Nacional de España como una suerte de mofa. Más allá de eso, ¿cuándo se podrá decir misión cumplida en Ayotzinapa, Tlatlaya, Apatzingán y tantos otros?

–Pues si quiere vamos uno por uno. En el caso Tlatlaya hay detenidos y están en un proceso judicial. Es un enfrentamiento que se da entre delincuentes y soldados, y eso está bien validado. Se ha señalado que hubo excesos y hay detenidos. Le faltó comentar el de Zacatecas.

Calera.

–Sí, en el que un coronel enfrenta a los delincuentes más buscados de esa zona, donde la población estaba realmente intimidada por ellos, pero comete un exceso. Apatzingán se está investigando y hay una recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Pero se ha demostrado que la mayoría sí iban armados y que sí fueron a enfrentar a la policía. Habrá que determinar, y ya lo planteó la CNDH, los casos de una, dos o tres personas en que parece no fue así. No escondemos absolutamente nada.

Ayotzinapa.

– De parte de la procuraduría hemos hecho todos los esfuerzos. Incluso que los delincuentes puedan escuchar a los padres de familia. ¿Qué interés de esconder absolutamente nada? Ninguno.

Excepto si se trata de interrogar a los militares.

–Sí, porque los militares ya han sido interrogados en varias ocasiones por el Ministerio Público. Si los expertos (de la CIDH) quieren preguntar alguna otra cosa más, que sea dentro del marco de nuestra ley. Ellos tienen ciertas reservas en su presencia aquí, son coadyuvantes. No podemos permitir tampoco que se lastime a nuestras instituciones. Cuando hay responsabilidad seremos los primeros en presentarlos, cuando no la hay, no tenemos por qué inculparlos.

En plena crisis por Ayotzinapa, Aurelio Nuño, entonces secretario particular del Presidente, dijo que no habían visto la dimensión de la inseguridad.

–Recuerdo que dijo que no habíamos visto la dimensión del problema de Ayotzinapa, no del tema de seguridad.

La expresión fue en general.

–Habría que revisar, la verdad es que no lo sé. Teníamos un diagnóstico claro del tema de seguridad, las dificultades que íbamos a enfrentar y, por supuesto, definimos cómo hacerlo: con una gran coordinación, con uso verdadero de las tecnología en favor de la seguridad, y lo hemos validado, y hemos validado el apoyo a los estados como no se daba. Era muy fácil criticar, como lo venían haciendo, señalar y no darles respaldo. Que me diga un solo gobernador que no le hemos dado todo el apoyo.

En su calidad de miembro del PRI, ¿qué impacto tendrá en los futuros comicios la aprehensión de Moreira y esos cargos?

–Hay que esperar a ver qué es lo que se le señala y que pueda enfrentar el proceso y defenderse. Creo que no puede hablarse de un partido político a partir de un solo personaje.

Fue presidente del PRI en una etapa muy importante para la designación de candidato.

–Es correcto. Pero eso no puede enmarcar a todo un partido político y su militancia que, por cierto, es la más grande de este país. Hay que esperar a ver qué es lo que enfrenta pero no dejará de ser un caso personal.

 

Entrevista por Arturo Cano