Si tuviéramos que mencionar a diez escritoras mexicanas la gran mayoría de nosotros tendría dificultad para hacerlo, pero si nos pidieran nombrar a diez autoras de cuentos el reto sería doble.

Entonces, la incapacidad de cumplir con la petición se justificaría en que no existen tantas mujeres en la literatura mexicana, que las que están son las que lo valen o que las letras nacionales están bien representadas por los hombres que ya conocemos.

Sin embargo, la escritora e investigadora Liliana Pedroza demuestra con la antología “A golpe de linterna” (Atrasalante, 2020) que en los últimos 100 años al menos 500 mujeres han publicado más de 900 libros de cuentos, en los que exploran desde los géneros más comunes en la tradición mexicana hasta territorios menospreciados y de los que, ahora sabemos gracias a esta compendio de textos, fueron pioneras, como sucedió con lo policiaco, lo fantástico y la ciencia ficción, además de los temas domésticos y de la feminidad.

En entrevista con VANGUARDIA la autora habló sobre el proceso de esta investigación, que le tomó 18 años, así como sobre los objetivos y descubrimientos que podremos encontrar en estos textos.

“Yo tenía la intuición de que no estaban todas las escritoras que realmente estaban escribiendo”, comentó Pedroza sobre su experiencia al momento de reconocer un sesgo machista en la tradición literaria mexicana, “en ese entonces yo estaba por iniciar un proyecto de tesis de doctorado, me metí en toda la empresa de realizar un catálogo de cuentistas mexicanas. No sabía en lo que metía, yo tenía 23 años”.

“Como fue corriendo este proyecto es que me lancé a lo largo de dos años a viajar por todo el país, para conseguir a estas autoras”, agregó, “mi catálogo, que se publicó en el 2018, osea 18 años después, recogió a más de 500 mujeres que desde principios de siglo 20 hasta los 2000 habían publicado por lo menos un libro de cuentos”.

Además del hecho de ser mujeres, Pedroza encontró otros factores que relegaron el trabajo de estas escritoras tales como: ser de provincia, ser indígena y escribir en otra lengua, es por ello que en su investigación buscó descentralizar sus esfuerzos y visitó tantos rincones del país como le fue posible.

“Fue un proceso largo, de entrenamiento, no solo de encontrar a las autoras, sino de darme cuenta que los asuntos que escriben las mujeres también son asuntos literarios”, expresó, “tampoco me esperaba que hubiera tantas, y es poner sobre la mesa cómo es que ha habido tantas mujeres escribiendo, publicando, profesionalizándose como escritoras pero ni los académicos, ni los agentes culturales han hecho algo al respecto. No pensé encontrar a tantas pero me da mucho gusto haber hecho este viaje para ese encuentro y yo creo que es lo que se tenía que hacer para demostrar que si no estamos en la mesa de discusión en los escenarios culturales, no es porque no haya mujeres, sino porque no somos invitadas”.

Compuesta por tres volúmenes, la antología “A golpe de linterna: más de 100 años de cuento mexicano” —ya la puedes encontrar a través de Ediciones Atrasalante—, explora las primeras seis décadas del siglo XX, donde las mujeres a través de sus textos ya reflexionaban sobre sus papeles en la sociedad así como problemáticas sociales y políticas del momento; también da cuenta de los últimos cuarenta años de este periodo, en el que las autoras se relacionaron o estuvieron cerca de los autores de la Generación de Medio Siglo y Casa del Lago y su exploración de otros géneros y temas periféricos a la tradición, y por último aborda la producción literaria más reciente, con las escritoras que están dándole forma a las letras nacionales, todos con ilustraciones de Susana Ríos.