Goethe, esencia poética

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Goethe, esencia poética

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La traductora al español de esta nueva versión ilustrada del clásico de las letras universales afirma que Werther es mucho más que un libro para jovencitos enamorados
Cuando empecé no me propuse modernizar la obra de Goethe. Tampoco quise dejar un texto rancio y de una época pasada, sino hallar un equilibrio en el lenguaje, lo suficientemente universal para que no chocara con la época en que fue escrito y tampoco resultara arcaico para los lectores de nuestro tiempo”
Isabel García Adánez, traductora.

CIUDAD DE MÉXICO.-Con la nueva edición ilustrada de Las penas del joven Werther, la traductora Isabel García Adánez ha recobrado el tono poético de la novela epistolar que Johann Wolfgang Goethe escribió en 1774.

Ésa fue la máxima apuesta en esta traducción, dice, porque la intención jamás fue modernizar el texto o acentuar el dramatismo del personaje, sino mostrar por qué esta obra fundadora del movimiento Sturm und Drang se ha convertido en un clásico.

Es más, la filóloga reconoce que durante la relectura meticulosa del libro descubrió que esta novela parcialmente autobiográfica no es un simple libro para jovencitos enamorados, sino una pieza literaria bien construida, con un mecanismo de relojería que retrata un tiempo y un personaje complejos.

Así lo dice la traductora de esta versión que recién llega a librerías, bajo el sello Sexto Piso y que cuenta con ilustraciones de la mexicana Rosana Mesa Zamudio.

“Así que cuando empecé no me propuse modernizar la obra de Goethe. Tampoco quise dejar un texto rancio y de una época pasada, sino hallar un equilibrio en el lenguaje, lo suficientemente universal para que no chocara con la época en que fue escrito y tampoco resultara arcaico para los lectores de nuestro tiempo”, apunta.

Para la traductora Goethe es un autor completo que fundó y pasó todas las estapas de la literatura alemana.
Su suicidio no es un brote repentino de desesperación, sino que algo que él decide cuando sólo ha transcurrido un tercio de la novela.

De inicio, la traductora admite que hay una idea generalizada en torno a este libro, pues se cree que sólo es para jovencitos, dado que el personaje principal se enamora y desborda una pasión que lo lleva al punto del suicidio.

Sin embargo, los nuevos lectores hallarán un clásico donde Werther no encuentra su lugar en este mundo, un hombre sentimental con problemas de clase social que no pudo encajar en la sociedad de su tiempo.

Porque Werther es un personaje tan complejo como contradictorio, explica, “pues por un lado es un hombre visceral, que siente con el estómago y el corazón, y en ocasiones pierde la cabeza”.

Pero en la relectura brota un personaje consciente y consecuente con lo que hace, es decir, que a pesar de su temperamento o ese tremendo sentimentalismo que no le permite vivir, es metódico y racional en sus actos.

“Su suicidio no es un brote repentino de desesperación, sino que algo que él decide cuando sólo ha transcurrido un tercio de la novela. Y así, lo prepara poco a poco hasta consumarlo, lo cual hace pensar en que Werther no fue concebido como un hombre alocado o dominado por su sensibilidad.”

¿Qué tan consciente estuvo Goethe de que esta obra fundó el movimiento Sturm und Drang?, se le pregunta. “Es, sin duda, la obra fundadora. Pero hay que tener en cuenta algo: Goethe vivió 80 años y prácticamente su obra fundó y culminó todas las etapas de la literatura alemana”.

Goethe “fue el gran genio de la literatura alemana y el padre de una época. En mi opinión, Goethe es tres estilos es uno. Por un lado Las penas del joven Werther es su gran obra de juventud; Fausto, su gran obra de madurez, y en su teatro y lírica llega con fuerza la época clásica”.

¿Qué tan autobiográfico es este libro?, se le cuestiona. “Hay detalles, como el de la joven Lotte —relacionada con Charlotte—, con quien el autor no pudo casarse. También su descubrimiento por la naturaleza, mismo que fascinó a Werther, con la contemplación de plantas, pájaros. No se olvide que incluso Goethe hizo estudios científicos, al punto en que descubrió el hueso intermaxilar, llamado hueso de Goethe”.

Rosana Mesa, ilustradora. Las ilustraciones fueron creadas por Rosana Mesa, artista de Xalapa, Veracruz, que ya antes había ilustrado editorialmente.

EXTREMOS
Sobre este libro también habla brevemente la ilustradora Rosana Mesa (Xalapa, 1980), quien se dejó llevar por la música de Johannes Brahms y Franz Liszt, y de la obra plástica de artistas como Eugène Delacroix y William Turner para empezar a bocetar.

“Pero desde el primer momento me identifiqué en algunas partes con la personalidad de Werther, pues a mí también me gusta la naturaleza, que es una de las constantes del personaje, más allá de sus sentimientos".

Para este ejercicio, la ilustradora se envolvió en dos técnicas: grafito y acuarela “para captar la parte emocional del libro, pues el grafito te permite tener un dibujo suelto y más expresivo que otras técnicas”, explica.

Pero ésta, combinada con un poco de color con acuarela, le da espontaneidad y expresividad con las manchas y tonos negros. “Porque para el libro quise hacer referencia a los escritos de Werther, esas cartas que envió a su amigo, a través de papeles antiguos”.

¿Cómo perfila a Werther?, . “Para mí es un personaje extremo y muy sensible, transcurre entre la vida y la muerte, se mueve entre dos polos, entre el deseo y el amor, la pasión por una mujer y la incomprensión que lo acompaña hasta su muerte”. 

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El Cervantes alemán

Johann Wolfgang von Goethe (1749- 1832), es sin duda el autor alemán por excelencia, al igual que Cervantes es el español. En castellano contamos con excelentes traducciones de sus obras más señeras: Poesía y verdad, Las penas del joven Werther, Fausto o Las afinidades electivas.

En el año 1945 el esforzado Rafael Cansinos Assens escribió una completa biografía de Goethe y tradujo unas supuestas Obras completas para la editorial Aguilar; hoy se traduce a Goethe con cuentagotas, con temor a que otras obras suyas sólo interesen a los germanistas.