Todos los gobiernos del mundo están en situación de emergencia. Todos hacen lo que saben hacer mejor. China aprieta, USA colabora, México duerme.

Me interesa comentar sobre las notorias diferencias entre los que se aplican a fondo. En un extremo tenemos a China, y en el otro extremo a los Estados Unidos. A nosotros no sé en dónde ubicarnos.

El régimen socialista chino en realidad siempre es autoritario. La crisis del coronavirus simplemente provocó que la autoridad se aplicara con un rigor extremo, hasta difícil de creer posible. Pero, han logrado una recuperación milagrosa. Sin olvidar que no alcanzan méritos para contrarrestar que fueron ellos quienes liberaron el contagioso y mortal virus.

Los Estados Unidos están en el otro extremo del autoritarismo. Tratan de preservar libertades individuales a la vez que aconsejan al ciudadano que se esconda y se preparan para contrarrestar los daños a la economía. En una semana, tres millones y medio de personas se registraron desempleadas.

La situación que vivimos daría materia para una novela o película con una trama inverosímil. Pero como decía un maestro querido y respetado, la realidad es más fecunda que la más fecunda de las imaginaciones. Preocupa que no sabemos el final, pero ya existen indicios que dan margen a ser optimistas.

La presión está revelando de cuerpo completo a los dos sistemas de gobierno más importantes del planeta. El socialismo chino versus el capitalismo americano. Caso aparte está Rusia que parece tener controlada la situación.

China es un país cerrado y autoritario. Para resolver el problema creado solamente cerraron más su sistema. Cero derechos individuales. Y parece que ya salieron.

Su falla inicial nos está costando a todos, porque ellos no tienen la noción de “los demás”. Queriendo ocultar su error, pusieron en riesgo al resto del planeta. Quizá cuando esto acabe ese resto va a exigir responsabilidades.

La transformación más asombrosa se está dando en los Estados Unidos. Se han unido gobierno y empresarios y cooperan al máximo para resolver la crisis sanitaria a base de ingenio y creatividad. Las grandes corporaciones se alinean con las necesidades manifestadas por el gobierno. Y el gobierno les responde con subsidios y suspensión de las obligaciones fiscales…… y dos millones de millones de dólares aprobados. El gobierno tiene más autoridad que nunca, toda la que necesite, pero se ve cauto para usarla. No hagas con gobierno lo que se logra con cooperación.

En México, por razones misteriosas, la pandemia aún no se enraíza o cuando menos va a un velocidad menor de los países que tenemos como ejemplo, incluyendo a Italia y España. Ojalá y el calor influya en el coronavirus para que México no sufra lo que allá.

Aquí, en cambio, el gobierno parece no solo estar ciego a la crisis, sino que nada hace para prepararse a organizar un salvamento tipo USA. Al contrario, parece, siendo un poco mal pensado, que Andrés puede estar soñando con que la crisis económica le entregue a su gobierno en charola de plata cientos o miles de empresas en virtual estado de insolvencia económica.

El virus y su efecto económico en México parecen tener un destino esperado por el Gobierno Federal. En China, siguieron igual. En USA, el capitalismo se ha fortalecido. En México, hay que estar muy pendientes de que un presidente indolente y taimado no esté saboreando asumir el control de toda una economía con base en una emergencia tan gigantesca como inoportuna.

Esta presión externa, aunada a la baja del petróleo es una gran prueba para el pueblo de México. Si no divisamos con tiempo nuestra propia vacuna contra las tendencias socialistas, Andrés pensará que la providencia lo escogió para cambiarnos un México por otro a su entero gusto.

En mal momento elegimos a alguien tan claramente incapaz para afrontar las presiones que se vienen sobre nuestro atribulado País.

javierlivas@mac.com