WASHINGTON.-  El gobierno del presidente Barack Obama anunció que eliminará gradualmente la utilización de algunas cárceles privadas, una decisión que afectará a miles de reclusos federales y que hizo que bajaran de inmediato las acciones de dos empresas del sector.

En un memorando dirigido a la Oficina de Prisiones, la subsecretaria de Justicia, Sally Yates, le dijo que comience a reducir "y finalmente concluir" la contratación de prisiones privadas por parte del Departamento de Justicia.

El anunció se da tras a una auditoria reciente del Departamento de Justicia en la que se determinó que las cárceles privadas tienen más problemas de seguridad y protección que los penales operados por el gobierno.

El gobierno de Obama asegura que la disminución del número de reclusos federales justifica la decisión de cerrar las prisiones privadas. La población de los penales federales —hoy de unos 193.000 reos— ha bajado debido a cambios en las políticas federales de sentencias en los últimos tres años.

El cambio de política no abarca las prisiones privadas que utiliza el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés), en las que están recluidos unos 34.000 inmigrantes que aguardan su deportación.

"Las prisiones privadas cumplieron un papel importante durante un periodo difícil, pero el tiempo ha mostrado que tienen deficiencias en comparación con las instalaciones de nuestra propia Oficina", escribió Yates en un memorando dirigido al director interino de la Oficina Federal de Prisiones.

Yates no precisó una fecha específica en el que todos los reclusos federales tendrán que estar en penales del gobierno.

Las cárceles particulares en el patíbulo son administradas por tres compañías privadas: Corrections Corporation of America, GEO Group Inc., y Management and Training Corporation.

Después del anuncio, las acciones de Corrections Corp. bajaron 48,6% a 14 dólares, y las de Geo Group, 42,7%, a 18,49 dólares.