Gobernar con la oposición; el Legislativo será un contrapeso
Una vez que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó que Miguel Ángel Riquelme Solís no rebasó los topes de gasto de campaña y confirmó la validez de la elección establecida por el Tribunal Electoral Local, la propuesta de anulación de los comicios fue desechada, por lo que el ex alcalde de Torreón tomará protesta la próxima semana.
Sin embargo, dado la rispidez del proceso en sí, su resultado, cerrado como nunca antes en la historia del Estado, el encono surgido por la inconformidad del ex candidato del Partido Acción Nacional y sus aliados, con quienes formó el Frente por un Coahuila Digno y ante la plural conformación de la próxima legislatura, en la que el PRI no tendrá la mayoría como siempre la había ostentado, el Gobernador que ejercerá su cargo a partir del 1 de diciembre enfrenta un panorama muy distinto a sus antecesores.
Y de esto, el Gobernador electo está consciente, pues tan pronto le dieron el aval para encaminarse por fin al Palacio de Gobierno, llamó a la conciliación:
“La competencia electoral ha terminado, ahora es el momento del encuentro y del acuerdo. Reitero mi llamado a todos los actores políticos para dialogar y construir consensos; para buscar nuestras coincidencias y para alcanzar los acuerdos esenciales que le permitan a los coahuilenses transitar en la ruta del progreso y del desarrollo”.
Empero, para quien fuera su principal contrincante, el panista Guillermo Anaya, la decisión del TEPJF que reconoció el triunfo a Riquelme, ignora la voluntad de los coahuilenses.
“Es un retroceso democrático que no hayan volteado a ver el robo de urnas, la suplantación del 40% de los funcionarios del Instituto Nacional Electoral por priistas, la violencia en las casillas, así como el uso de Fuerza Coahuila para favorecer al PRI y atacar a la oposición”, refirió el también ex edil de Torreón en cuanto se definió la situación.
Todo indica que el llamado de Riquelme no tendrá eco en el Frente por un Coahuila Digno, el cual podría convertirse en una agrupación que seguirá de cerca su administración.
UNA LEGISLATURA ADVERSA
Hasta esta legislatura que concluye su trabajo el día último de diciembre, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) había tenido siempre mayoría. Esta vez, de los 25 diputados, si bien 10 son emanados del tricolor, el bloque opositor que está unido en el Frente por un Coahuila Digno lo superan, pues el PAN tiene 9 curules, 3 la Unidad Democrática de Coahuila (UDC) y 2 Morena, es decir en conjunto son 14. El PRD tendrá una diputación.
Riquelme tendrá mayoría un mes
Con esto, el Ejecutivo Estatal solo contará con la mayoría priista de diputados durante un mes, pues a partir del 1 de enero de 2018 se renueva el Poder Legislativo con la conformación antes señalada.
Esto significa que el próximo gobernador constitucional Miguel Ángel Riquelme tendrá que cogobernar con un Congreso adverso.
Ya no habrá la inercia de siempre, en la que casi la totalidad de iniciativas y propuestas del Ejecutivo Estatal eran aprobadas por la mayoría del partido en el poder.
Aunado a esto, el próximo gobernador tendrá efectivamente un 55 por ciento de alcaldes de su partido, pero el resto son de otras fuerzas políticas, lo que en si significa otro ingrediente en el que una vez más tendrá que convivir con ediles panistas y de otros partidos.
Congreso plural inicia periodo el 1 de enero
La 61 Legislatura del Congreso del Estado de Coahuila que será por primera vez sin mayoría priista inicia el 1 de enero de 2018.
Las 25 curules que conformarán el próximo cuerpo legislativo en el Estado dan entrada a una oposición más marcada, teniendo a más diputados del partido albiazul y udecistas, además de la inclusión de Morena como una nueva fuerza política en la entidad.
El Congreso de Coahuila se integra por 25 legisladores, 16 que fueron electos por voto directo y 9 plurinominales.
La conformación es Diputados de mayoría; 6 PAN, 3 UDC y 7 del PRI. Diputados plurinominales: 3 PRI, 3 PAN, 2 Morena y 1 PRD.
La labor de un diputado local consiste en reformar leyes actuales y proponer la creación de nuevas leyes. También tienen la facultad de aprobar las leyes de ingresos y presupuestos de egresos de los municipios y del Gobierno del Estado.
Los legisladores también pueden iniciar procedimientos de juicio político en contra de funcionarios para que sean juzgados por algún delito cometido.
La figura del diputado carga con cierto desprestigio en México, de acuerdo con mediciones de índices de confianza, pero dicho sea de paso, entre la población existe también un notorio desconocimiento sobre la labor que realizan.
Los diputados que fueron electos el 4 de junio y que iniciarán sus labores el 1 de enero de 2018 podrán aspirar a la reelección.
Otro dato relevante de la próxima legislatura es que estará sopesada en su mayoría por 14 mujeres: María Esperanza Chapa García, Diana Patricia González Soto, Gabriela Zapopan Garza Galván, Rosa Nilda González Noriega, Josefina García Barrera, Graciela Fernández Almaraz, Blanca Eppen Canales y María Eugenia Cásares Martínez.
También Zulmma Verenice Guerrero Cázares, Lilia Isabel Gutiérrez Burciaga, Lucía Azucena Ramos Ramos, Verónica Boreque Martínez González, Elisa Catalina Villalobos Hernández y Claudia Isela Ramírez Pineda.
Mientras que los 11 legisladores Emilio Alejandro De Hoyos Montemayor, Edgar Gerardo Sánchez, Marcelo de Jesús Torres Cofiño, Fernando Izaguirre Valdez, Jaime Bueno Zertuche, Juan Carlos Guerra López Negrete, Samuel Rodríguez Martínez.
Además de Jesús Berino Granados, Gerardo Abraham Aguado Gómez, Juan Antonio García Villa y José Benito Ramírez Rosas.
La elección de este año sin duda marcó precedentes.