Netflix quiere repetir el éxito de “Orange is the New Black” y hasta de “Stranger Things”, por eso ahora nos presenta una nueva historia con mujeres de protagonistas y ambientada en otra época. Se trata de “GLOW”, que recrea los años 80 y que se desarrolla en el universo de la lucha libre femenil en Estados Unidos.

Estoy segura que quienes tienen Netflix ya la vieron anunciada en repetidas ocasiones dentro de la programación, porque supone una de las cartas fuertes de la empresa para este año. Quienes todavía no la ven porque no les atrae la sinopsis, les haré una recomendación: si andan con la necesidad de una serie bien hecha y entretenida, probablemente no los decepcione.

Es 1985 y en Los Ángeles las actrices corren en todas direcciones en busca de oportunidades en cine o televisión. Ruth Wilder (Alison Brie) es una apasionada actriz de teatro que pretende conseguir el sueño hollywoodense, pero la suerte no le ha sonreído. Como ella, otras mujeres acaban en una extraña audición para un nuevo y extravagante programa de televisión, donde las mujeres deberán subirse al ring y luchar como los hombres.

“GLOW” es una serie bien cuidada y estructurada que no generará comentarios negativos, lo cual ya es una ventaja. Dentro de sus virtudes, destaca la intimidad que poco a poquito, casi a cuentagotas, va generando entre sus personajes y los televidentes. Aunque a la vez podría tratarse de una argucia por parte de los escritores ya que parece como si intentaran alargar de más la trama para tener algo que decir en próximas temporadas. Es eso, o realmente no alcanza a profundizar en la historia de las coprotagonistas y entonces se salva por la pura maravilla de la elección del casting. 

Sin embargo, la serie funciona con todo y su superficialidad (hay episodios en los que prácticamente no sucede nada) porque cuatro elementos esenciales se fusionan:

1.- El sentido del humor, que es realmente inteligente y fresco. 
2.- El llamado a la nostalgia, puesto que las ambientaciones y la construcción de atmósferas es brillante. 
3.- El protagonismo de la lucha libre femenil, que le otorga originalidad e interés a la historia. 
4.- La emotividad, porque finalmente “GLOW” es una serie compasiva y optimista, que exalta valores como la amistad, la valentía y la perseverancia, pero sin rayar en la cursilería. O, bueno, quizá si excede los sentimentalismos en dos o tres momentos, pero sin traicionar la naturaleza de los personajes.

“GLOW” llegó para quedarse, estoy segura de eso. Ojalá que con el tiempo sus personajes (la mujer loba, la chava rebelde, la doble de acción, la hija de una leyenda de la lucha libre, por ejemplo) consigan conquistarnos tanto como las reclusas de Litchfield, y que el nostálgico pasado de los copetes extravagantes y los colores chillones continúe maravillándonos con sus malos gustos y sus buenos ratos.

Mi calificación: 85 de 100
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